PRI HIDALGO: UN PARTIDO SIN CABEZA

PRI HIDALGO: UN PARTIDO SIN CABEZA

FORO ABIERTO

En tan solo una semana el PRI de Hidalgo quedó huérfano, desamparado y descabezado, generando una crisis interna sin igual. En contra de la historia política de este partido construido desde arriba, desde la cima del poder presidencial primero con Plutarco Elías Calles y luego fortalecido con Lázaro Cárdenas, hoy desde arriba lo están liquidando, y se encuentra en una gravedad similar a la etapa terminal.

El ex gobernador Omar Fayad, fue el primero en renunciar, el 15 de junio, debido a las diferencias con Alejandro “Alito” Moreno con reclamaciones que en 40 años de militancia nunca se dio cuenta, tales como la imposición de decisiones, la simulación política, la falta de espacios y el autoritarismo absoluto, según él que le impideieron seguir su carrera política.

Pero en el fondo fue una lucha de posiciones sobre el control del partido en Hidalgo. Omar Fayad pretendió influir en la sucesión gubernamental de Hidalgo en 2022 pero se enfrentó al grupo de Carolina Viggiano Austria, a la sazón secretaria general del CEN,  que tenía una alianza con “Alito”, presidente del tricolor, a quienes no apoyó en la elección interna de 2019, y quienes ahora los acusan de que “entregó la plaza” a Morena.

En ese tenor Fayad Meneses, y ante la derrota por la gubernatura  con Morena, se movió en dos pistas, por una parte hizo cabildeó con el gobierno de AMLO pues reconoció de inmediato al nuevo gobernador Julio Menchaca Salazar y el mismo soltó la especie de que obtendría la embajada de Israel, que ya otros gobernadores del PRI habían logrado; por el otro lado, lanzó su pre candidatura a la presidencia de la república, como un recurso mediático y de presión y de quitarse la crítica interna del tricolor, sin ninguna plataforma y sin seguir los cauces internos.  

Acto seguido, ocho diputados, el pleno de la fracción del PRI en el Congreso Local renunciaron al PRI y a sus cargos dentro del comité ejecutivo estatal, el 22 de junio, incluyendo a su presidente, y dejando prácticamente sin dirección, sin línea ni cabeza a un partido doblemente derrotado, por las elecciones y liquidado por su propia dirección, nacional y estatal.

Estos si acusaron directamente a su dirigencia nacional de ser causante de las renuncias. Los diputados, obviamente se encontraban estrechamente relacionados con Omar Fayad, formaron parte de su gobierno y fueron operadores políticos en diferentes regiones y sectores.

La reacción no se dejó esperar. Vinieron desde el centro una catapulta de ofensas y diatribas por la “traición”. El mismo “Alito” inició la embestida brutal: “Lacayos, esquiroles, esbirros, cuyas renuncias se van al bote de basura, la militancia los vomita”. Rubén  Moreira hizo mofa de las mismas palabras que Omar Fayad utilizó en la campaña presidencial contra AMLO en 2018: “En toda elección hay oportunistas, aquellos que toda la vida han mamado del PRI, sus aliados y su gobierno y como hoy no les dieron una candidatura, nos dan la vuelta y se largan”.

Pero el desmoronamiento del PRI en Hidalgo ya era imparable. El sábado 24 de junio, 15 alcaldes  renunciaron al tricolor junto con más de 50 regidores y síndicos, como también la disolución de 27 comités en sus respectivos municipios, líderes políticos  otrora operadores de prácticas fraudulentas y de imposición, repentinamente descubrieron el maltrato.

La respuesta definitiva del CEN, comandado por “Alito” y Viggiano fue dar un golpe a las bases y a los estatutos, al imponer una nueva dirección y, destronar la fuerza del ex gobernador Fayad, dejando todo el poder al grupo de Carolina Viggiano asociado a los viejos cacicazgos. Este capítulo nos muestra el partido de intereses y grupos, cupular, ajeno a las bases que en Hidalgo prevaleció. Es el fin de una época política y el surgimiento de un interregno listo para la democratización de esta entidad.

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