Presidente Trump se hace escuchar

El presidente Donald Trump prometió suscribir una segunda enmienda constitucional para hacer frente a la inmigración procedente de países musulmanes y ha cumplido, como seguramente lo hará con todos sus promesas de campaña. A prácticamente mes y medio de su primer decreto contra la llegada a su país de inmigrantes de países musulmanes, que desató protestas y la condena internacional, el presidente Trump ha firmado este lunes su segunda enmienda.

 

En la primera, el presidente Trump prohibía la entrada de refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes, la cual fue bloqueada por un tribunal; ahora, acaba de suscribir un nuevo decreto, según el presidente, destinado a proteger al país de ataques terroristas. La diferencia más notable entre el primero y este último decreto, es que ha sacado a Irak de la lista de los siete países iniciales, pues es su principal aliado en la lucha contra el estado Islámico (ISIS), algo que sus asesores habían omitido en el primer decreto.

 

En este sentido, el nuevo texto muestra modificaciones sustanciales, destinadas a cambiar los filtros de la justicia y evitar errores diplomáticos, aunque se desvía de su propósito original. La mayoría de los medios internacionales han comentado esta nueva enmienda, haciendo referencia a que Trump ha sacado a Irak de la lista de países cuyos nacionales están prohibidas temporalmente de entrar a los Estados Unidos; sin embargo, los ciudadanos provenientes de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen serán objeto de esta prohibición.

 

La enmienda entrará en vigor el próximo 26 de marzo, pero se aplicará sólo a los solicitantes de visa de los seis países señalados y los poseedores de un visado o de una tarjeta de residencia no serán afectados por las nuevas disposiciones. Las estimaciones indican que, una vez que entre en vigor este decreto, al menos, una 60 mil personas serán afectadas. Sin embargo, todos aquellos refugiados miembros de una minoría religiosa, como los cristianos o yazidíes, recibirán un trato preferencial, lo cual no consideraba la primer enmienda firmada, lo que provocó protestas de los cristianos en los países musulmanes, los cuales han sido masacrados por el ISIS.

 

Pero como lo ha señalado la propia Casa Blanca, hay muchos casos de excepción y las autoridades migratorias de los Estados Unidos deberán decidir caso por caso. Al margen de ello, en la nueva enmienda se enumeran las categorías de personas que pueden entrar a los Estados Unidos, independientemente de su condición migratoria, como hombres de negocios, viajes por motivos médicos o personas que tiene familiares en los Estados Unidos; lo cual hace más flexible este nuevo decreto y permite al presidente Donald Trump no quedar mal frente a sus electores.

 

En este sentido, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha señalado que en febrero pasado se fabricaron en México 301 mil 475 automóviles, 30 mil 197 unidades más que el mismo mes de 2016, lo cual permitió que tanto en la producción como en las exportaciones se alcanzarán cifras históricas, lo cual representó un incremento del 11.1% y 9.7%, en promedio anual.

 

Sin embargo, si el presidente Trump se aferra a imponer sanciones a las exportaciones de automóviles fabricados en México y a las empresas armadoras por instalarse en México, seguramente veremos reducir la producción de automóviles, la creación de empleos en ese sector y la reducción de la entrada de inversión extranjera directa al país, afectando el crecimiento de la economía y las condiciones de vida de miles de mexicanos.

Al presidente Trump hay que tomarlo en serio, seguramente a mediados de año veremos de lo que es capaz y, seguramente, miles de emigrados ilegalmente a los Estados Unidos comenzarán a ser deportados masivamente y, quizá, las exportaciones de productos mexicanos comenzarán a tener dificultades para entrar a los Estados Unidos.

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