EFE.- El primer ministro portugués, António Costa, dijo, ayer, que el país va a entrar en un momento “crítico” con mayor riesgo de contagio de Covid-19 por el aumento de la actividad tras las vacaciones, pero descartó una nueva paralización de la actividad.

“No podemos volver a una paralización global de la economía, porque sabemos bien el impacto brutal que está teniendo en el empleo, las familias y las empresas”, declaró a periodistas a la entrada de una reunión con especialistas en Oporto.

La reunión, en la que se analiza la situación epidemiológica de Portugal y del resto de Europa, precede al consejo de ministros que se celebrará el jueves, en el que se aprobarán las nuevas medidas y restricciones que entrarán en vigor a partir del 15 de septiembre.

Ese día todo el territorio luso pasará al “estado de contingencia” -en el que ya se encuentra la región de Lisboa, la más afectada por el coronavirus-, para combatir la pandemia en un momento que Costa calificó como “crucial”.