Por lo menos cuatro pacientes del Hospital General de Tulancingo (HGT) están en situación de abandono social, ya que sus familiares no han podido ser localizados o bien no quieren ocuparse del estado de salud o integridad física de su familiar.

Lo anterior fue confirmado por representantes del área de trabajo social en el nosocomio, quienes señalaron que los pacientes, tres de ellos de tercera edad, fueron canalizados por diversos padecimientos, algunos de ellos crónicos; por lo cual se intentó contactar a sus familiares mediante redes sociales o medios de comunicación locales.

En dos de los casos se logró el contacto, pero hasta el momento, ninguno de los familiares localizados se ha presentado para que, por lo menos, puedan conocer el estado de salud de sus familiares.

Uno de los pacientes está internado desde septiembre de este año, pero no se le ha podido dar de alta debido a que sus familiares no han querido asumir responsabilidad alguna.

Como ha ocurrido en los recientes casos, se han podido gestionar algunos apoyos para el hombre de 62 años de edad, de nombre Pompeyo Monroy Martínez, como el uso de una silla de ruedas, para su convalecencia luego de que sea dado de alta.

El HGT cuenta con 90 camas censables, por lo que la cantidad de pacientes en abandono social representa aproximadamente el cinco por ciento del total de los pacientes que cuentan con espacio de internamiento.

Personal del área de trabajo social del HGT señaló que la cifra es constante en cuanto a los casos de pacientes que no cuentan con familiares que se hagan responsables, incluso si éstos se encuentran en graves condiciones de salud.

Externaron preocupación, pues aunque dentro del nosocomio se les brindan las atenciones en la medida de lo posible, existen limitaciones económicas para ofrecer las atenciones completas que se requieren.

Finalmente, los empleados del HGT puntualizaron que existe una política de cero rechazo dentro del nosocomio, además de que, por cuestiones morales, es casi imposible que nos podamos negar a brindar las atenciones que requiere una persona, aún con caso de abandono social.