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POR EL DERECHO DE EXISTIR

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POR EL DERECHO DE EXISTIR

Resistir a la invisibilidad

En días pasados finalizó lo que se denominó “la guerra eterna” que consistió en la intervención de 20 años de Estados Unidos en Afganistán, este evento se priorizó en la prensa internacional.  La retirada de las tropas norteamericanas en ese país, dio paso a que los talibanes tomaran el poder, los posicionamientos extremistas de estos grupos pusieron en la mira a las mujeres como sujeto de derecho, lo que implicaría la pérdida de las libertades tales como la posibilidad de tener educación universitaria o cosas cotidianas como transitar las calles solas y tomar decisiones propias. Al respecto, cabe hacer una nota aclaratoria, la presente columna, no tiene por intención explicar el fenómeno político, las razones o alcances; procura compartir reflexiones en torno a la lucha y resistencia de las mujeres.

En la prensa así como en las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, TikTok)  se habla de  las mujeres afganas, la aplicación estricta de la Ley islámica representa un atentado contra los derechos humanos, se han difundido imágenes que muestran como las mujeres son borradas simbólicamente de las representaciones públicas, un bombardeo de retratos de hombres cubriendo publicidad de mujeres, o el temor de las activistas de quienes está en juego su vida, con ello queda patente las palabras de la filósofa  francesa Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.

Las afganas están en pie de lucha, resistiendo con sus cuerpos en medio de un conflicto que pugna por hacerlas invisibles, frente a ello la comunidad internacional se muestra, personas de todo el mundo hacen un llamado a la conciencia, visibilizan; Un cambio drástico, inimaginable hace 50 años que en cualquier conflicto político uno de los temas de centralidad fueran las mujeres. 

Y bien, mujeres en diversas latitudes como células de resistencia en diversos puntos del globo terráqueo realizan concentraciones de protesta,  tejen lazos de solidaridad, un aferramiento a existir, por eso las mujeres somos sensibles a las condiciones de las mujeres en otras partes del planeta, esto hace que la visión del “hombre como la medida de todas las cosas” se desdibuje de la escena, ahora somos miles reclamando que existimos, porque así es el feminismo una conciencia individual por luchas colectivas.

La mirada del mundo se posa en Afganistán. Sin embargo, nos permiten hacer reflexiones al interior, sobre los propios lastres que cargamos, pues sin una intervención colonialista, la situación del Estado Mexicano es deplorable, el informe de Violencia contra las Mujeres, del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), señala que, en el 2020, en México fue asesinada una mujer cada dos horas y media, en promedio.

Resistir a la invisibilidad, es un proceso de ahora (de siempre), por la existencia, por la dignidad, que se escuchen las voces de las mujeres y niñas de todas partes del mundo, que desde sus historias reconstruyen posibles futuros, con más esperanza, con mejores oportunidades, seamos semilla que generé cambios y si no tenemos nada que aportar el silencio puede apoyar, si desconocemos las luchas o somos ajenos es preferible callar aunque siempre tendremos la posibilidad de documentar, de aprender, de concientizarnos.