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POR EL DERECHO A EXISTIR

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POR EL DERECHO A EXISTIR

La misoginia como comedia

Una noche mientras trataba de conciliar el sueño en medio de una bruma de pensamientos revueltos y pendientes en la cabeza, miraba la plataforma TikTok. Entre una serie de videos aparecieron por lo menos tres vatos “caracterizando” a mujeres (Paco de Miguel, Mario Aguilar entre otros); el objetivo: una comedia que pretendía ridiculizar los roles “femeninos”. Sobre esto llamó mi atención el número de personas que consumen este tipo de contenidos.

Acto seguido comencé a generar denuncias en la misma plataforma bajo el motivo “contenido violento y gráfico”. Alguien podrá pensar en este momento “que exagerada” (y no es que lea mentes, pero por cosas menores he recibido ese tipo de señalamientos). Procedo a explicar las razones que me llevaron a cancelar y ahora escribir sobre estos elementos, comienzo por manifestar que la violencia que se denuncia se denomina “violencia simbólica” y cruza por imágenes misóginas y explícitas que denigran, ridiculizan y hacen objeto de burla los roles, sentimientos y expresiones de las mujeres.

Esto que parece un mal menor, es en realidad una forma de reproducir de manera sistemática estereotipos sobre lo que “son” las mujeres, de manera chistosa, graciosa y las agresiones son casi imperceptibles, peor aún se encuentran normalizadas. Este tipo de violencia lacera la dignidad humana, es invisible a los ojos y mente de quien considera que “solo es un chiste” y no solo son estos videos, también es la música, libros, películas, en fin, hay una serie de productos culturales que pretenden perpetuar el estado de sumisión de todas.

Así de manera consciente o inconsciente, se reproduce un mensaje que es socializado en forma de comedia, atraviesa lo simbólico y esto implica una menor valoración de las capacidades de las mujeres en el desarrollo profesional o en espacios fuera del hogar, esta fuerte resistencia arraigada en el pensamiento es la que nos lleva a cuestionarnos en las urnas si elegir o no a una mujer.

O lo que es peor, a las mujeres nos lleva a dudar sobre ocupar o no un espacio de poder o la carga adicional que tienen las mujeres con altos cargos de decisión al enfrentar un cuestionamiento continuo sobre las determinaciones que se toman. Afortunadamente ya existe la figura legal de “violencia política contra las mujeres en razón de género” y contempla este tipo de violencia, también están los mecanismos para acceder a la justicia, cuando los derechos son tocados en el ámbito de lo político electoral.

Y así vamos abriendo brechas para que todas tengamos acceso a la justicia, primero vencer el miedo a denunciar y luego agarrar fuerzas para enfrentar al sistema de justicia, que, en los últimos años, pese a todos los esfuerzos de capacitar y profesionalizar en perspectiva de género aún se encuentran tantas resistencias, por impartir justicia libre de misoginia. La diferencia es que ahora somos más, estamos juntas, unidas y dispuestas a acompañar, visibilizar y denunciar, porque todo acto por pequeño que parezca es político, repito la frase de las compas: nunca más la comodidad de nuestro silencio.