Aunque todo parece ser parte de la lucha por el poder
● Ling Jihua, ex jefe de Gabinete, ha sido declarado culpable de corrupción y abuso de poder
Su condena representa una advertencia para la Liga Juvenil Comunista, la base de poder de Hu Jintao y que tiene hoy día en el primer ministro, Li Keqiang, a su principal representante en los niveles más altos de mando en el país. Esta facción ejerce relativo contrapeso a la fuerza de Xi Jinping, el mandatario que más competencias ha acaparado en China desde los tiempos de Mao Zedong. A medida que se acerca el 19 Congreso del Partido, cuando deberían perfilarse los sucesores de Xi y de Li, se ha ido encontrando en el punto de mira.
Primero fue el sector petrolero. Después vino el Ejército. Y ahora también la Liga Juvenil del Partido Comunista de China, uno de los grandes grupos de poder dentro de esta formación al frente del régimen, ha recibido una seria advertencia de que se encuentra en el punto de mira de las autoridades. La antigua mano derecha del presidente chino Hu Jintao, Ling Jihua, uno de los representantes más destacados de esta facción, ha quedado sentenciado a cadena perpetua por delitos de corrupción, abuso de poder y obtención de secretos de Estado de manera ilegal.
Según el Tribunal Popular Intermedio de Tianjin, Ling aceptó sobornos por valor de unos 11 millones de dólares, bien personalmente o bien a través de miembros de su familia. El antiguo alto funcionario ha aceptado el veredicto de culpabilidad y no piensa apelar.
Ling había sido una de las estrellas en ascenso del Partido Comunista en los años del mandato de su protector, Hu Jintao, con el que llegó a ocupar la dirección del Departamento de Asuntos Generales del Comité Central del Partido Comunista. Pese a su nombre anodino, este departamento acumula un enorme poder dentro del PCCh: es el encargado de poner en práctica las directrices políticas que llegan desde lo más alto y desempeña un importante papel en la circulación de la información interna. A su frente suele estar un hombre de la mayor confianza del secretario general.
Hasta 2012, dentro del proceso de transición que llevó a Xi Jinping a la secretaría general del partido y la jefatura del Estado, el nombre de Ling figuraba en todas las barajas para una promoción a alguno de los cargos más altos del régimen. Pero en marzo de aquel año su hijo de 23 años, Ling Gu, se mató en un accidente de tráfico mientras conducía a toda velocidad un Ferrari en la noche pekinesa. Aquel incidente, que Ling trató de encubrir sin éxito, supuso un fuerte escándalo en China y bloqueó la carrera del alto cargo; en lugar de una promoción, fue reducido a ocupar dos cargos de menor importancia, la vicepresidencia del Consejo Consultivo Político Popular (similar al Senado) y la dirección del departamento encargado de las relaciones con partidos no comunistas.
En 2014 se confirmaba su caída en desgracia definitiva, con el anuncio de la apertura de una investigación contra él por posible corrupción. En 2015 se anunciaba su expulsión del Partido Comunista.