Alfil Negro
Es una expresión que significa que cuando se pretende competir para ganarle a alguien que es más fuerte que uno, y claramente encaminado a ganar en una competencia o enfrentamiento, no bastan las ganas ni los gritos para ganarle porque será inútil como ponerse con SANSÓN a las patadas, al enfrentarse con ese formidable guerrero bíblico al que nadie podía vencer.
Por eso llama la atención que en la recién terminada “X CUMBRE DE LÍDERES DE AMÉRICA” llevada a cabo en la Ciudad de México, con la participación del Presidente de Estados Unidos, JOE BIDEN, del primer ministro de Canadá, JUSTIN TRUDEAU, y de nuestro Presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, surjan en las redes sociales voces de los porristas de Morena, para intentar convencernos de que en esta Cumbre hubo un ganador, como si hubiera sido una función de box con un triunfador, que dicen ellos, fue el presidente de nuestro país.
Lo que se vio fue, por lo que se sabe y se dio a conocer por lo que dijeron al final los mandatarios, lo que prevaleció fue la agenda que involucra a los tres países, en que por desgracia o por fortuna según se quiera ver, quienes imponen las reglas, además por obvias razones, son los dos países fuertes como Estados Unidos y Canadá, con poco margen para que nuestro país dicte líneas de conducta de ellos.
Todo esto lejos de las conductas de buena relación de los mandatarios visitantes con nuestro Presidente, como el hecho de que BIDEN haya aterrizado en el AIFA como un gesto de cortesía para el mandatario mexicano, lo que ya no sucedió en el vuelo de regreso porque se usó el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez, lo que sin duda también tiene su mensaje.
Es hasta anecdótico que BIDEN y OBRADOR hayan viajado del AIFA a la Ciudad de México en “la bestia” y que le haya mostrado el mandatario de EU al de México cómo se usan los botones de mando del vehículo presidencial estadounidense.
Son gestos de cortesía, pero nada más.
Porque cuando se trataron los temas fuertes, cuando nuestro Presidente le pidió a BIDEN que los Estados Unidos invirtiera más dinero en América Latina porque, denunció, hay hasta un desdén del país del norte con los países latinos, la respuesta ya no fue tan comedida como el enseñar el uso de los botones de la bestia, sino la afirmación contundente de que Estados Unidos es el país que invierte más dinero en el mundo para atender no sólo a América Latina sino a todo el mundo.
Está claro que la petición mexicana tiene una base fuerte, como también la respuesta de BIDEN con la realidad de que El Fuerte es el mandatario vecino.
Por cierto que las conclusiones nos dicen que los resultados apuntan a controlar la migración con el uso de tecnologías avanzadas, como camiones con rayos X, y combatir el paso de drogas, particularmente el fentanilo, y en otro terreno el uso de energías limpias con el compromiso de gobiernos y mundos empresariales para alcanzar los objetivos de 2030.
Por su parte AMLO anunció la creación de un COMITÉ PARA LA PLANTACIÓN Y SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES EN AMÉRICA DEL NORTE, para lograr ser autosuficientes, y le pidió al Presidente BIDEN intervenir ante el Congreso de su país para una reforma migratoria.
Quedó claro que lo que se impuso fue el panorama general, no las propuestas personales, y que como todo en la vida, no deja ganancia ponerse con SANSÓN a las patadas, y que eso de buscar un ganador no tiene sentido.
