Pulso del Mezquital  

Ser político es un trabajo muy ingrato, porque sea cual sea el resultado, siempre van a estar bajo el escrutinio de los resentidos sociales

Ya no los hacen como antes. Para mal de los resentidazos sociales, quienes creyeron que nunca alguien les iba a tapar la boca y controlarles sus dedos de estómago, para que le piensen cuando quieran publicar algo en contra de un político, ahora sí tienen que pensarlo dos veces antes de burlarse de algún defecto físico de su gobernante que normalmente a estas alturas del partido se convierten en el villano favorito del pueblo que gobiernan, mucho menos sacarle sus trapitos al sol de algún pasado vergonzoso, porque o bien se convierte en un asunto de discriminación o de exclusión y como ambas cosas son penadas, mejor guárdese su resentimiento. 

Y es que las redes sociales se han convertido en el espacio de expresión para todos aquellos que se creen expertos en todo, que vociferan públicamente alguna opinión. Hoy simplemente eso podría convertirse en un arma de doble filo, porque se le podría revertir en su contra, todo porque el político en cuestión no aguanta vara. 

Los de la vieja escuela, utilizaban los tiempos electorales para sacar todo el historial negro de los políticos que concursaban por algún hueso en disputa, desde sus relaciones más controvertidas, algún video o foto comprometedora, en alguna posición cuestionable, consumiendo alcohol o incluso, el apodo que le decían de niño, nomás para hacerlo quedar mal ante el respetable y así restarles votos. 

En el pasado, hubo políticos que, literal, fueron destituidos al 15 para la hora, porque simplemente apareció algún video o foto comprometedora y aún así, se aguantaban. Hoy, por el puro hecho de conocer su existencia, se podría considerar una falta y difundirlo, un delito, por lo que aquellos que estén por ahí conservando material comprometedor, es mejor deshacerse de él, porque los políticos de hoy, ya no aguantan esas cosas. 

Hace algunos años, los políticos temían ser agarrados en la movida y entonces, ya en campaña salían a relucir llamadas telefónicas grabadas clandestinamente, donde mostraban su verdadero yo, platicando abiertamente de sus negocios, tratos o haciendo comentarios de alguien más, pues eso hoy podría considerarse una violación a la intimidad y prácticamente difundir material privado sin consentimiento y zas, ahí podrían hacerse las víctimas y entonces recurrir a un argumento legal. 

Y en temas de género mejor ni lo intente, porque en una de esas lo acusan de violencia política y no vivirá para contarlo. Han existido casos de personas que sus carreras han sido sepultadas solo por el hecho de sacar algún pasado turbio, alguna relación cuestionable, entre otras y no les ha ido nada bien. 

Ser político es un trabajo muy ingrato, porque sea cual sea el resultado, siempre van a estar bajo el escrutinio de los resentidos sociales, donde hasta sus gestos, historial, aspectos físicos y su vestimenta, será analizada, pero a diferencia del pasado, no podrá criticarse públicamente, porque simplemente ya no los hacen como antes. 

En corto:

• El secretario general de Actopan, ha denunciado presuntas amenazas en su contra, asimismo, una campaña de desprestigio, por sus aspectos físicos. 

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 @Marko Cabañas