IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
A propósito del próximo Día Internacional de la Mujer 2023 con el tema “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, es conveniente reflexionar sobre la discriminación por género de las mujeres que conlleva a la anulación del ejercicio pleno de sus derechos, con un ejemplo claro sobre el modelo de trabajo que las mujeres viven a causa de preservar y fomentar la desigualdad entre mujeres y hombres.
Habría que analizar la situación actual de lo que ocurre entre la vida personal y laboral de las mujeres en la distribución desigual de las cargas derivadas de las tareas del hogar y de cuidados asignadas a las mujeres, que impiden conciliar la vida laboral con la personal.
En México, las mujeres siguen siendo quienes más tiempo destinan al cuidado de la casa y la familia, en el 2021 según datos del INEGI cada mujer realizó trabajos de cuidado no remunerado en los hogares equivalentes a 71 mil 524 pesos anuales, mientras que cada hombre realizó el equivalente de 28 mil 831 pesos, lo que representa que las mujeres aportaron 2.6 veces más el valor económico que los hombres.
La mayor proporción del trabajo no remunerado lo realizan las mujeres impidiendo dedicar más tiempo a un trabajo que les deje un ingreso mayor y que impacte en la posibilidad de un ascenso y a su vez, en la calidad de vida, esto sin dejar de soslayar las dobles o triples jornadas laborales remuneradas y no remuneradas que realizan y agudizan con la pandemia.
Ante este escenario, la Organización Feminista y de Derechos Humanos GIRE, expone la fragmentación y conflicto entre los ámbitos laboral y personal o familiar que enfrentan de manera diferenciada las mujeres al vivir situaciones de explotación laboral, opresión, desigualdad y violaciones a sus derechos humanos, frente a la doble exigencia de cumplir con responsabilidades laborales y del hogar, en una desigualdad estructural con la llamada masculinidad hegemónica.
Hecho que demanda políticas públicas que surjan del reconocimiento de las consecuencias de la falta de conciliación entre el ámbito laboral y familiar que enfrentan mayormente las mujeres, para transformar estas condiciones de desigualdad en la distribución de las labores domésticas y de cuidado.
Las políticas de conciliación entre la vida laboral y la personal, reproductiva o familiar, buscan la relación armoniosa entre los ámbitos, ya que se encuentran fragmentados y generan conflicto, por lo que se apuesta a la corresponsabilidad con el reparto equilibrado de las labores de cuidado y doméstico entre las personas que son parte de la familia, hombres y mujeres.
Algunas políticas que son ejes de la conciliación, son las licencias remuneradas (maternidad, paternidad, parentales), modalidades de trabajo flexible, apoyo a la lactancia, servicios integrales de cuidado y desarrollo infantil temprano, regulaciones que aseguren salarios dignos, crianza cariñosa, sensible y libre de violencia.
Además de ello, está la norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 de la que puedes ser parte, con el fin de la no discriminación laboral ejerciendo prácticas de igualdad, como la igualdad de oportunidades, salas de lactancia, flexibilidad en los horarios de trabajo, medidas para apoyar las necesidades de cuidado, licencias de paternidad en el sector público y privado.