EN HONG KONG
• La segunda jornada de violencia tras la calma de la última semana se salda con al menos 29 detenidos y 10 heridos
El enconamiento entre la policía y los manifestantes en Hong Kong se hace cada vez más profundo, y la calma de la última semana ha quedado este fin de semana definitivamente rota. Este domingo, por primera vez desde el comienzo de las marchas y en una nueva jornada de tensión, los agentes han recurrido a los cañones de agua para tratar de disolver a los participantes en las protestas que reclaman reformas democráticas. Uno de los policías ha llegado a disparar al aire.
La principal manifestación de este domingo tuvo lugar en el barrio residencial de Tsuen Wan, —inicialmente prohibida y después autorizada después de que los organizadores se comprometieran a cumplir la ruta prevista—, en la que participaron cerca de 10 mil personas.
Pero la marcha que había comenzado de manera pacífica degeneró en violencia después de que, como ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo de las últimas 12 semanas, los participantes más radicales erigieran barricadas con vallas, barras de hierro y palos de bambú, un material muy popular para fabricar andamios en el territorio autónomo.
Los enfrentamientos comenzaron cuando llegaron agentes con uniforme antidisturbios, aproximadamente una hora y media después. Según la policía, “manifestantes radicales lanzaron ladrillos y cócteles molotov a los agentes (…) amenazando seriamente la seguridad de los ciudadanos y los policías presentes”. Los agentes respondieron tirando botes de gases lacrimógenos y desplegando los cañones de agua hacia las barricadas.
Según la fuerza policial, a lo largo de la tarde y primeras horas de la noche han sido arrestadas al menos 29 personas; otras 10 han resultado heridas y fueron trasladadas al hospital, donde dos de ellas se encuentran en estado grave.