CINE DE HOY
Daniel (Antonio Saboia) es un policía honrado, que en un arranque de furia ha dejado en estado de coma a un cadete, y se ha roto el brazo.
Ha sido suspendido y para poder mantener a su impedido padre, debe conseguir un empleo como vigilante nocturno y solicitar la ayuda de su hermana,
Desesperado por la falta de noticias de su novia virtual Sara (Pedro Fasanaro), decide ir a buscarla a la lejana Curitiba, pero descubre que la chica es más misteriosa de lo que esperaba.
Se trata de “Desierto particular”, una coproducción portuguesa-brasileña de Aly Muritiba que se exhibe actualmente en la Cineteca Nacional.
El guión del propio director y de Henrique Dos Santos, tiene reminiscencias de la clásica “Juego de lágrimas”, pero con sabor tropical que recuerda por momentos el “Carmín tropical”, de Rigoberto Perezcano.
El desierto del título ilustra a los personajes centrales que están solos en sus circunstancias.
Daniel es descendiente de militares y policías y siempre ha tenido una disciplina férrea que lo ha convertido en homófobo.
Por su parte Robson es considerado como un enfermo por su propia familia, que trata de curarlo con rezos y terapias.
El director de “Tarántula” trata el asunto de forma delicada, sin juzgar a sus personajes.
“Deserto particular” resulta pues una buena cinta que no será del agrado de todo el público.
