Frustración en el Año de Hidalgo…
- La vida nos va llenado de resentimiento, de frustración, pues no alcanzamos a comprender por qué todo lo que levantaste en años, se pierde en meses
Nuevamente en semáforo rojo; se dice que no importan las mentadas de madre, y mucho me temo que a la gente del pueblo ya tampoco le importará. La necesidad no puede esperar, como si lo pudiera hacer el lucimiento político al publicitar cualquier cosa que nos lleve a ser los pioneros en lo que sea que enaltezca nuestra imagen.
La vida nos va llenado de resentimiento, de frustración, pues no alcanzamos a comprender por qué todo lo que levantaste en años, se pierde en meses, quizá en días; te acongoja la displicencia de los que te rodean y eso nos va cargando de energía negativa, el panorama se torna oscuro, y nadie mueve un dedo sino es para justificar conductas apáticas.
Es desesperante ver la confusión de que todo y a la vez nada importa, pues para todo hay una respuesta, aunque esa respuesta siempre sea de justificación, nunca de compromiso; y mañana, todo sigue igual, la severidad de antaño que creías era la causante de los males, hoy adviertes que solo era una forma de disciplina que se ha abandonado; y empieza la lucha contra la ira que impides se haga presente, te la comes, su sabor es hiel que te amarga, te envenena; algún día ya no habrá mañana.
Y mientras tanto, Presidentes Municipales cambiando limones por dignidad electoral; esperando el punto de arranque para dejarse solicitar cualquier cantidad de requisitos para autorizar la apertura de negocios; requisitos que seguramente ninguno será gratis. ¿Qué no importa el costo político?, seguramente que pronto si les importará, pues el año de hidalgo será la perdición con la alternancia que se ve en el horizonte por los yerros y lucimientos superficiales del presente, Yo lo veo con perspectiva de pueblo.
Y de repente comenzará a salir la porquería de cualquier piedra que se levante, y para detener la caída en picada, hay que aventar al circo a uno que otro mal parado para que lo destrocen los leones; la gente querrá ver sangre y hay que darle un poco de ella para saciar su sed.
Patético lo que ha de estar ocurriendo con el cierre de muchas administraciones, algunos se estarán cubriendo las espaldas para no ser perseguidos por sus corruptelas cometidas en el ejercicio de su encargo; otros, tratarán de convencer a los ciudadanos de que han sido la mejor administración de la historia, la más honesta, la más humana. Pero ni unos ni otros lograrán cambiar lo negro de su pasado. ¿Cuáles son peores?
Los corruptos habrán de pagar sus delitos, el pueblo no les confió la función para abusar de la misma; ojalá y que no resulte como en un pasado no muy lejano donde los funcionarios a quienes se les critica por la realización de obras, “casualmente” sean propietarios de alguna constructora, o familiares o amigos de los propietarios de éstas.
El año de hidalgo y la frustración social es un caldo de cultivo sumamente riesgoso, urge encontrar un justo medio que permita que la gente ya no se ahogue en resentimiento y que ahora la más peligrosa sea la pandemia del hambre, pues esto puede detonar aún más otros conflictos de orden social, como la violencia y la delincuencia, ¿o acaso creen los gobernantes que la gente está nadando en dinero como para seguir aguantando el cierre de negocios que a esta alturas muchos de ellos ya habrán quebrado? Ojalá y pronto vea una respuesta positiva, ya urge.
Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.