El próximo domingo
• Vivida en democracia, esta ha sido la peor época del país
Intrigas entre parlamento dominado por el fujimorismo y sus aliados de derecha y extrema derecha, y el presidente, Martín Vizcarra
EFE.- Con las elecciones parlamentarias del próximo domingo Perú cerrará su mayor crisis política e institucional desde el retorno de la democracia, fruto de una tensión irresoluble entre Congreso y Ejecutivo que fue de la mano de la devastadora lacra de corrupción que afecta a la clase política.
La escalada de cruces, amenazas, bloqueos, desplantes, presiones e intrigas entre un parlamento dominado por el fujimorismo y sus aliados de derecha y extrema derecha, y el Ejecutivo presidido por Martín Vizcarra llegó a su máxima expresión cuando el mandatario decretó en septiembre la disolución del parlamento y la convocatoria de elecciones legislativas.
La nueva cámara que surja el domingo, una incógnita ante el altísimo índice de indecisos que señalan las encuestas, se espera que reconduzca la relación entre los poderes del Estado y deje de lado actitudes como las del Congreso disuelto, que no supo gestionar una apabullante mayoría parlamentaria en favor de la ciudadanía.
ELECCIÓN DIVIDIDA
De hecho, la crisis política nació con las elecciones generales de 2016, con la sorpresiva victoria por un puñado de votos del veterano economista Pedro Pablo Kuczynski sobre Keiko Fujimori, hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Kuczynski ganó la Presidencia, pero Fujimori y su partido, Fuerza Popular, obtuvieron 73 diputados, una amplísima mayoría absoluta reforzada por su alianza tácita con otras agrupaciones, como el Partido Aprista del expresidente Alan García.
Fujimori se dedicó a “gobernar desde el Legislativo” y dirigió políticas de asfixiante acoso al Gobierno, forzó destituciones de ministros sin profundas razones de fondo y buscó copar los cargos públicos de designación parlamentaria.