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CINE DE HOY
En esta ocasión vamos a hablar de “La hija de todas las rabias”, ópera prima de Laura Baumeister de Montis, que obtuvo el premio a la mejor cinta latinoamericana en el Festival Internacional de San Francisco
A últimas fechas, los cineastas parecen haberse percatado de que existen pepenadores, seres que sobreviven hurgando entre la basura. Pueden ser iraníes que encuentran muñecas inflables como en “Jardines colgantes” de Ahmed Yassin Aldaradji, o padres lamentables como Gilberto Barraza en “Radical” de Christopher Zalla.
Sin embargo, ninguno de ellos tiene la fuerza de “La hija de todas las rabias”, ópera prima de Laura Baumeister de Montis, que se exhibe en la Cineteca Nacional y otras salas.
El guión de la realizadora nicaragüense narra la historia de la pequeña María (una portentosa Ara Alejandra Medal) que sobrevive en una choza situada en las cercanías de un tiradero de basura con su madre Lilibeth (Virginia Raquel Sevilla García).
Ambas son unas luchadoras que tratan de mejorar su vida a toda costa. Sin embargo, las autoridades emiten una ley de desperdicios que las dejará sin empleo.
Lilibeth decide encargar a su hija al hosco Raúl (Noé Hérnandez) que dirige una planta de desperdicios.
Sin embargo, María hará todo lo que esté a su alcance por reunirse con su madre.
“La hija de todas las rabias” obtuvo el premio a la mejor cinta latinoamericana en el Festival Internacional de San Francisco y resulta una cinta cruda, pero recomendable.