PEDAZOS DE VIDA

PEDAZOS DE VIDA

Cuando te toca…

Yo todavía le dije que echara otro trago, que nada más uno y ya, pero él se siguió de largo, es que llegó el Chino y se puso bueno el cotorreo ya ves cómo cuenta sus historias. De haber sabido que se iba a morir no le hubiera dado de tomar. Le dijimos varias veces que iba a manejar y dijo que en la moto no había bronca y que podía irse bien. Y pues ya no llegó… 

II

Andaba bien contento pero con prisas porque no iba a llegar al trabajo, y estábamos en la parada pero la colectiva que pasó primero no se detuvo, ahí fue cuando se enojó pero andaba contento porque a diferencia de otras veces no echó maldiciones ni dijo cosas más allá del “pinche colectiva, ya se pasó la desgraciada”, en el camino vimos cómo esa colectiva se había volteado y entonces dijo: “ahora sí que tuvimos suerte, por algo pasan las cosas”. Se despidió y se bajó enfrente del edificio ese grande. Dicen que ahí se desplomó en las escaleras y murió. Ahora sí que cuando te toca, te toca. 

III

Es que siempre andaba temblando de frío, y la tía Emilia le tejió un suéter, un gorro y una bufanda, el Yorch andaba bien contento, enmonado pero contento, creo que en su vida había sentido cariño así.

Dicen que la bufanda se le atoró y fue con esa misma que se ahorcó, a veces el cariño y el aprecio no es tan bueno, quizá seguiría vivo si mi tía no hubiera sido buena, pero quizá también el Yorch se hubiera muerto de otra cosa, quizá de frío o de tos, se fue calientito al menos eso creemos. 

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