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PEDAZOS DE VIDA

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PEDAZOS DE VIDA

La tierra que nos prestaron 

Anoche llovió otra vez, pero está vez sí me despertó a media madrugada, el viento que se colaba entre la ventana terminó por convertirse en un silbido constante, imparable, un sonido que quizá advertía, sin que le pudiéramos entender, que la desgracia estaba cerca, porque todo amaneció inundado como nunca antes había sucedido, al mirar por la ventana en pleno amanecer, algunas calles parecían canales de aguas que se mezclaban entre las de lluvia y las del drenaje, aguas negras que no pudieron ser canalizadas en la red fluvial. 

A veces nos quejamos del sol pero cuando llueve nos quejamos de la lluvia, y nuevamente para los Dioses antigüos resulta incomprensible la actitud que tenemos los humanos, a veces creo que ya tenemos hasta la madre al Tláloc, y que va llegar el día en el que nos vea sumergidos en el agua, rogando piedad, implorando que pare la tempestad, pero quizá lo haremos a un Dios equivocado y de todas formas nos cargue la calavera. 

A veces sueño que estoy aquí pero que es otro lugar, que los edificios han sido reclamados por la maleza y el abandono, que extrañas criaturas los habitan y que en donde hoy se ven las inundaciones hay lagos, presas o ríos. Una vez desperté confundido, no supe si aquellas extrañas bestias eran humanos transformados o son animales que aunque existen todavía no los conozco. 

Anoche llovió otra vez, y ya lo había dicho, cuando el sol tiene una casa como la que mostró el año pasado, es porque va llover en serio, es porque habrá llegado el agua…

A veces los sueños se hacen realidad, pero muchas veces no son lo que parecen, como aquella vez que la Petra se casó y soñé un velorio. Recuerdo que desperté toda sudada y respiré tanto aire que sentí que me ahogaba yo misma. A lo mejor sólo es que extraño la tierra que era de nosotros, que ya no me acostumbro a esta tierra que nos prestaron, tierra que vistieron de cemento y que ahora se les inunda cada que llueve. 

Te digo que ahora sí me despertó, pero luego me volví a dormir, al menos en esta ciudad nos tocó casa en alto porque a los del norte, a ellos si los engañaron, y ahora buscan venderlas antes de que las inundaciones terminen con ellas, así es esto. Sólo hay que esperar, porque todavía no pasa lo feo, esto solo es el anuncio de lo que está por llegar, ya lo verás.