Llegaron las carni…tas
Lo bueno es que había mole y arroz. Cómo no se iba acabar la barbacoa si no hubo tiempo de llenarnos con las carnitas…
Pero, comadre, le estoy diciendo al Juan que la misa iba ser a la una, que pidiera las carnitas para el medio día, pero dijo que no, que el chiste es que estuvieran calientitas a la mera hora, y pues ya ve lo que pasó. Llegaron tarde y ni rindieron. Pues que iban a rendir, si el pazguato ese soltó el caso y todas fueron a dar al piso, pero es qué no se puede ser más tonto en la vida…
Y todo por hacerse el chistosito; pero comadre, si ya no era tiempo pero ni para decir pío, llegaron tarde y encima con sus payasadas, todos nos dimos cuenta de que estaba entrando el caso de las carnitas y la barbacoa ya casi se había acabado. Pero comadre, en qué cabeza cabe pedir las carnitas dos horas después de la hora de la misa. Las carnitas deben estar en el salón, listas para cuando termina la misa.
Si hubiera visto comadre, a ver, ¿por qué no fueron, eh? Yo le dije al Juan, seguro viene mi comadre y mi compadrito Chuy, pero nunca llegaron. Y pues les traje este taquito de arroz con mole y unas piezas de pollo, por que la barbacoa se acabó, las carnitas rodaron por el piso a la vista de todos y medio se salvaron unas que quedaron dentro del caso y fueron las que nos comimos, ¡Ay, qué coraje comadre!
Nada más alcancé a ver al Margarito cuando dijo “¡Ya llegaron las carni…!” ni alcanzó a decir “tas”, tamaño madrazote que se acomodó al bajar el escalón, antes no le cayó la manteca encima, porque se hubiera hecho carnita, el muy cabrón. Los perros comieron bien comadre, y ya ni le cuento la lavada que le tuvimos que dar al salón para que la Liz pudiera bailar su vals. Ya subió sus fotos en el Facebook ¿A poco no las vio?
Pues estuvo buena la pachanga, a ver cuándo la otra comadre, a ver si ahora que se case el Miguel hacen fiesta, porque ya ve que les gusta andar pidiendo padrinos para todo, y yo digo: si vas hacer una fiesta, pues hazla pero sin pedirle a nadie, ya quieren padrinos hasta de sal y gasolina. Pero ya me voy comadre, que ya es bien tarde y tengo que darle de comer al Juan, ya no tarda en llegar, a ver si quiere mole y arroz sino con huevo frito que se conforme.
