
Que la vela no se apague
Como si hubiera sido sacada de la película de Macario, la vela que llevaba en sus manos doña Gertrudis no se tenía que apagar nunca, según decía la señora que augura un futuro negro e incierto para la humanidad, “cuándo la luz de esta vela se apague definitivamente, el mal comenzará a ganar terreno en todo el mundo y todos estaremos perdidos”, gritaba la mujer que además cargaba una cruz con el nombre de alguien que murió atropellado en el camino.
La vez que don René, regresaba a su casa todo borracho, y quiso hacerle la maldad a la “vieja loca”, amaneció tieso en el pavimento, no saben que pasó, pero hay quienes aseguran que se acercó a doña Gertrudis quien llevaba su veladora entre las manos y al intentar soplar la flama, el hombre vio algo que lo hizo correr para morir unas calles más adelante.
Desde esa ocasión el rumor de que la veladora está maldita se convirtió en verdad, y al contrario de querer apagarla, cuando veían que se estaba acabando, no faltaba el vecino que le daba una veladora nueva a la señora, porqué según el motivo de que el Chuy se ganara los cinco millones de pesos en la lotería fue porque cuando la luz de la veladora estaba por apagarse, él sacó una de su tienda y se la dio a la mujer harapienta que gritaba a todo pulmón que el mundos e iba a acabar.
La veladora se apagó un día, y nadie vio venir la calamidad que se auguraba, nadie la había visto venir porqué desde hace mucho ya estaban inmersos en ella. Cuando murió doña Gertrudis el viento sopló con mayor fuerza, no sucedió nada, porque sin darse cuenta, todos los del pueblo estaban inmersos en la destrucción del mundo.