Un aventón

Tras detener la colectiva, se sube en el lugar del copiloto, cerca del panteón, el que parece ser un conocido del chofer de la Ruta setenta y tantos. El chofer continúa su rumbo, en tanto el copiloto está más callado que de costumbre. 

-¿Qué te pasa pinche Kiwis?- Pregunta el chofer, sin tener respuesta inmediata, ya que el copiloto parece estar en otro lado menos arriba de la colectiva en la que se escucha una canción vieja (de esas rolas animosas que te ponen triste si le entiendes a la letra). 

Tras unos minutos, el Kiwis, se limita a decir: “we apenas la semana pasada andábamos chupando. ¿Te acuerdas que nos fuimos de pedos, y andábamos en el carro del Pancho?”. La canción que sonaba en la colectiva, era complemento de la impresión que se generaba en el rostro de la última pasajera que llevaba el chofer, 

En tanto, el Kiwis comenzaba a recordar lo que habían hecho la semana pasada, el chofer se limitaba a escucharlo, de pronto contestaba con un “sí”, o un “ajá”. La señora pidió la parada unas cuadras antes de dónde realmente bajaba, sólo quería bajarse de la colectiva, y dejar al chofer con su locura.

El chofer de pronto no entendía por completo lo que el Kiwis decía, y sin más creyó que estaba pedo. -Cámara banda, ya nos vimos, ya me voy.- dijo antes de bajarse de la colectiva, unos minutos después el chófer supo por una llamada que habían atropellado al Kiwis, en la calle lateral del panteón municipal…