PEDAZOS DE VIDA

Las nuevas fiestas

Se acuerda comadre, de aquellas fiestotas que se hacían, no como ahora que ya no se puede. Antes cuál padrino de comida ni que nada, antes eran fiestas hoy parecen convivios de traje, así ya no me gusta mucho, por eso no sé si voy a ir a la fiesta del Chucho, ya vinieron a decirnos que si les ayudamos con el arroz, así que chiste, mejor que no me inviten…

 

Doña Chabela estaba muy enojada, por qué no la habían invitado a la fiesta, porque la “pinche escuincla” del Chucho, la Maricarmen no la había invitado desde el principio, porqué además la chamaca que cumpliría sus quince años se la había encontrado en el tianguis varias veces y no le había hablado. Pero para que fuera madrina del arroz  no se les había escapado de la lista y apenas 20 días antes de la pachanga la fueron a ver, cuando ya todos sabían que se tenía más de cinco meses de haber comenzado los preparativos.

 

-Es que no se vale comadre, o usted dígame ¿Cuándo nosotros pedimos que fueran padrinos de todo? Sí ahora lo que pasa, es que ya no quieren poner pero ni la comida, y luego hasta regalo quieren que les lleves, como si fuera poco poner los cinco kilos de arroz, y ahora con el jitomate que está re caro, nada más por qué no me gusta quedar mal, pero sino hasta blanco se lo llevaba…

 

Pero el problema con doña Chabela no sólo estaba en la premura con la que le habían dicho que fuera madrina de arroz, su molestia ya venía de antes, de cuando el bautizo del Efrén, cuando la agarraron de madrina y el chamaco hasta la fecha no la respeta como su madrina, y hasta la otra vez oyó cuando el niño dijo “má, ahí viene la Chabela”…

 

– Y la verdad comadre, seamos sinceras, luego ni una cerveza te invitan en la comida, no te atienden, te dan tortillas frías, y todo pasa, te chingan con el compadrazgo que no respetan, sí el Efrén no me respeta y eso que soy su madrina de grado menos esta pinche escuincla que seguro se va comer el arroz y no va agradecer ni saludando cuando nos encontremos en la calle, yo los conozco. Pero ya les dije que sí, les voy a llevar el arroz y si veo que se pone buena la fiesta me quedo a desquitar, porque las fiestas ya no son como antes, en donde hasta dábamos itacate…

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