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PEDAZOS DE VIDA

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Perspectivas

 

No sería la primera vez que escucho una historia así, aunque sí es la primera que escuchó la misma historia en dos versiones. Ni siquiera sabemos quién fue el que falleció, las autoridades no reportan que se hubiera dado ese accidente, sin embargo son dos las personas que aseguran que fue alrededor de las cinco de la madrugada cuando la sangre que no dejó rastro, fue regada en uno de los bulevares más conocidos de la gran ciudad.

 

Aquella tarde iba rumbo a mi trabajo, la tardanza de la señora que va hacer el aseo no me permitió que me saliera antes, y es que aunque sea muy platicadora, aún no se ha ganado mi plena confianza como para dejarla sola en mi casa, y por eso tuve que tomar un taxi cuyo chofer me platicó que como a las cinco de la mañana, una persona había sido atropellada en el bulevar por el que justamente transitamos al momento.

 

“Yo estaba donde el carrito amarillo, el hombre atropellado fue a caer encima del taxi al que le rompió el parabrisas. El carro que lo atropelló se vino a estampar aquí atrás”, contaba el taxista en tanto yo escuchaba con atención. “El carro que lo atropelló, se montó en la guarnición del bulevar, los del carro estaban lesionados se agarraban las piernas y uno sangraba, también tenía el parabrisas roto”… había dicho el taxista que por un momento pensé que hablaba conmigo, hasta que le vi el teléfono celular y colgó.

 

Me bajé justamente donde se subió una mujer y no recuerdo si le pague o no al taxista, creo que ni las gracias me contestó, pero el punto fue que en la noche en el puesto de tacos que está cerca del mismo bulevar, el taquero estaba contando la misma historia, que nadie me pudo contar en el trabajo, pero él no habló de un hombre atropellado, él dijo que en el retorno un taxi se iba a dar la vuelta pero que un carro a exceso de velocidad se lo había llevado y que el taxista se había salido por el parabrisas ya que no tenía puesto el cinturón de seguridad.

 

Según platicaba el taquero, aquél hombre murió, en tanto los del carro que provocó el accidente, bajaron todas sus cosas y se fueron, pero nadie sabía del incidente aquél. No se escucharon patrullas ni ambulancias. Unos dicen que el taquero cruzaba la calle para regresar a su puesto de tacos a las cinco de la mañana, otros que un taxista murió y que sigue dando servicio, y yo me preguntó ¿Qué hacía a las cinco de la mañana? ¿No será que el que está muerto soy yo?