La familia Gómez González, provenientes de una comunidad indígena de San Juan Ostuncalco, Guatemala, pidió justicia este viernes por el asesinato de Claudia Patricia. Una tía de la víctima, Dominga Vicente, narró en una rueda de prensa que su sobrina se fue del país escapando de la pobreza. La joven fallecida no pudo entrar a la universidad ni encontrar un trabajo.
Claudia Patricia Gómez González, una guatemalteca de 20 años, recibió el miércoles un disparo mortal en la cabeza. Su vida se la llevó por delante a plena luz del día un agente de la Patrulla Fronteriza. Una testigo sostiene que la víctima no portaba armas. Las autoridades federales lo calificaron como un mero “incidente” mientras que su familia exige explicaciones.
El agente, del que no se ha revelado el nombre, estaba inspeccionando una calle residencial de Río Bravo, cerca de Nuevo Laredo, Texas, cuando un grupo de inmigrantes sin documentos lo atacó. Para defenderse abrió fuego y mató a la mujer sin intención, según la declaración de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU.
Marta V. Martínez, vecina de Río Bravo, se enteró de lo que estaba ocurriendo a metros de su casa cuando escuchó los disparos. Salió y vio a un agente voltear el cuerpo de la víctima, que tenía el rostro ensangrentado. La mujer tomó su móvil y comenzó a grabar:
“¿Por qué mataste a esa chica?”, le gritó al agente que estaba intentando reanimar a la joven. “¡La mataste!”, acusó la testigo, según el testimonio que recoge The New York Times. Los otros tres inmigrantes guatemaltecos -que acababan de cruzar la frontera-vieron la escena detrás de un árbol. “No había armas. Se estaban escondiendo”, explicó Martínez.