Muchos piensan que tener dinero y fama da la felicidad, pero nada más lejos de la realidad y hay muchos ejemplos que dan fe de ello

Lidiar con la fama a sus 17 años de edad no ha sido fácil para Paris Jackson, hija del fallecido cantante Michael Jackson. Recientemente, la adolescente admitió en un comentario publicado en su cuenta de Instagram, que parte de su rutina diaria era asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA).

Harta de las críticas constantes por su estilo de vida y su supuesta negatividad, la joven les respondió a sus seguidores: “Esto es ridículo ¿Esperan que pase literalmente todo el día sentada respondiendo los comentarios (negativos y positivos) que la gente me deja? Tengo una reunión de AA a la que debo ir. Obligaciones con la familia. Obligaciones personales”, escribió.

Agregó que constantemente tiene que lidiar con las presiones que hay sobre ella y aseguró que no dejará que ese tipo de cosas arruinen su vida: “Es tan egoísta que literalmente soy atacada por cada cosa que publico por gente que ni conozco. Aprecio el amor y el apoyo, pero las expectativas son estúpidamente ridículas. Las expectativas hacia mi padre eran ridículas. Él no les debía nada, sin embargo fue destrozado a diario. No dejaré que eso me suceda a mí”.

Luego de la muerte de su famoso padre en 2009, su abuela, Katherine, y su tío, TJ Jackson, quedaron a cargo de ella y de sus otros dos hermanos, Prince Michael y Michael Joseph. Cuatro años después del fallecimiento del ‘Rey del Pop’, Paris ocupó las portadas de todo el mundo, pues vivió un oscuro episodio que la llevó al límite.

Para recuperarse física y mentalmente de esa experiencia, fue internada en un centro especializado en Utah, el cual le ayudó a superar sus problemas. Al día de hoy, la hija del astro del pop es una joven que trata de vivir una vida lo más normal posible y se mantiene alejada de las cámaras, aunque es difícil por su popular apellido.