Osteoartritis, ¿qué es y cuáles son los síntomas?  

 

Según el último reporte de la Encuesta Nacional de Salud, la osteoartritis afecta aproximadamente a 30 por ciento de la población mayor de 60 años.

En entrevista, María del Carmen García Luna, directora Médica de TEVA, señaló que si bien la gente cree que es una enfermedad exclusiva de adultos mayores, no siempre es así y la información podría hacer la diferencia entre un diagnóstico oportuno y normalizar un dolor que nadie, dijo, debería experimentar de manera constante.

¿Qué es la osteoartritis?

La osteoartritis es parte de una serie de enfermedades de las articulaciones y desafortunadamente se confunde con otras enfermedades como la osteoporosis o artritis porque usamos nombres o conceptos como si fueran lo mismo.

La artritis es el nombre genérico de cualquier afectación de una articulación y, en específico, la osteoartritis es un proceso degenerativo del cartílago que está en las articulaciones.

“El cartílago funciona como una especie de amortiguador o colchoneta entre los huesos para evitar que, al mover nosotros las articulaciones, haya una fricción directa entre los huesos. Esto favorece los movimientos para que se hagan de manera más ágil y suave con tal de no afectar las cabezas de los huesos en las articulaciones,” menciona la Dra. María del Carmen.

En el caso de la osteoartritis, los cartílagos empiezan a degenerarse. “Se van adelgazando, a veces se pueden hasta deshilachar hasta que llega un punto en que ya no hay proporción anatómica entre un hueso y otro y empieza a haber contacto y fricción directa entre un hueso y otro. Esto evidentemente genera mucho estrés en la articulación, pues son 2 cabezas de hueso rozándose una contra la otra al momento de hacer un movimiento. Y si lo pensamos al nivel de la rodilla, puedes imaginarte, tanto la lesión, como el dolor que esto causa”.

¿Osteoartritis o artrosis?

No podemos confundir osteoartritis con osteoporosis o artritis, pues se refieren a conceptos diferentes. En el caso de la artrosis, se refiere a la etapa final de osteoartritis. Ya que está tan dañada la articulación que prácticamente ya no funciona, se le considera artrosis.

Síntomas

Los primeros síntomas son diferentes en cada paciente, pero básicamente son: limitación en la movilidad, dolor que puede ser leve inicialmente y sentir los huesos “trabados.” “Inicialmente se siente dolor haciendo movimientos que son de mayor requerimiento para una articulación y conforme esto va evolucionando, hay dolor hasta al caminar, moverse o hacer el mínimo movimiento”.

Otro síntoma común es la rigidez matutina por menos de 10 a 15 minutos; a diferencia de la artritis reumatoide que llega a durar más de media hora. “La rigidez matutina sucede cuando te levantas temprano en la mañana y, al empezar a moverte, sientes como si te ‘atoraras’; sientes rígida alguna articulación como la espalda y conforme te vas moviendo, te vas destrabando. Y a los minutos te puedes mover bien”.

Factores de riesgo

La edad, por supuesto, es el principal factor de riesgo, mas no es el único. Otro importante es la obesidad y en casos como México, que es campeón en obesidad a nivel mundial, el riesgo es mayor, sobre todo para las articulaciones de carga como la columna, cadera, rodillas y tobillos.

Otro factor es el exceso de uso o de mal uso de las articulaciones. Deportes como el crossfit, o quienes hacen maratones desde muy jóvenes son propensos. O incluso los futbolistas con problemas a nivel de rodillas.

“Justamente comentaba hace unos días con uno de mis mejores amigos que es ortopedista que dice que el 70% de las consultas que le llegan de rodillas son de spinning. Y algo que vemos muy frecuentemente es lo que llamamos el ‘deportista de fin de semana,’ la persona que está sentada en un escritorio entre semana, pero en el fin de semana se echa 3 partidos de fut. Sus músculos no tienen la fuerza para darle solidez, protección y apoyo a las articulaciones”.

Y el último factor es el hereditario; hay gente en específico que hereda un gen que tiene mal configurado el colágeno y genera o produce colágeno de mala calidad, el componente principal del cartílago. Es por ello que empieza a tener problemas de degeneración de cartílago a edad temprana y sin ningún otro factor de riesgo.

Diagnóstico

El diagnóstico es bastante sencillo, de hecho lo puede hacer cualquier médico. Clínicamente se hace con una simple placa de rayos X. “Si tienes todos los signos iniciales, hacemos una revisión específica de la articulación, vemos hasta dónde hay daño en la función y lo complementamos con unas pruebas de fuerza o movilidad. Y se toman placas para ver si ya hay daño y qué tanto daño ya hay en el hueso”.

Tratamiento

Primero se tiene que hacer un diagnóstico y, dependiendo de éste, se inicia tratamiento.

Para empezar, se deben modificar los factores que están desencadenando el problema, ya sea el peso o actividades de carga.

“Se recomienda la rehabilitación porque los músculos que están alrededor de la articulación afectada empiezan a atrofiarse, entonces lo que hay que hacer es empezar con ejercicios muy específicos que no afecten a la articulación, pero que sí generen mayor fuerza en los músculos dan apoyo a esta articulación”.

Y en cuanto a la parte médica, hay medicamentos que evitan que se siga deteriorando el cartílago en la etapa temprana. Y evidentemente quitar el dolor que ayuda a que la articulación tenga mayor funcionalidad.

“Uno empieza con tratamientos para el dolor que puede ser ligero y de ahí uno va escalando con medicamentos más fuertes o más enfocados al estadio de la enfermedad. A veces usamos medicamentos que vienen en combinaciones fijas; es decir, traen 2 medicamentos en la misma tableta que actúan con un diferente mecanismo de acción. Hacen que el alivio del dolor sea más rápido, prolongado y además funcionan como antiinflamatorios para disminuir la progresión de la enfermedad”.

¿La dieta funciona para evitar o solucionar este problema?

Dicen que si comes grenetina o los constituyentes del colágeno del cartílago, el problema disminuye, pero ¿esto es verdad? “Cuando uno los consume, en el momento de pasar al estómago, pasa por un ácido que está con un ph súper bajo que lo destruye. Eso no llega al cartílago. Se ha hablado mucho de este tema para saber si algún tipo de proteína, proteína en polvo o proteína hidrolizada podría ayudar, pero en realidad no hay estudios que demuestran que funcionen”.

La osteoartritis es un problema que puede tratarse; no tenemos porqué vivir con dolor, ni acostumbrarnos a él. “En esta época, hay manejo para todo tipo de dolor; desde médico, quirúrgico, ablaciones, opioides, hay cualquier cantidad de opciones. Hay tratamiento para todo”, concluye María del Carmen.

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