
No descartan secuelas, debido al “grave envenenamiento” sufrido
EFE.- El caso del opositor ruso Alexéi Navalni, que salió ayer del coma inducido en el que se encontraba tras ser ingresado en la clínica berlinesa de La Charité el 22 de agosto, sigue generando tensiones en las relaciones entre Moscú y Berlín e, incluso, amenaza un gran proyecto económico de los dos países.
Desde diversos ángulos políticos se pide una reacción contundente hacia Moscú por lo ocurrido a Navalni, a quien se considera, conforme a los exámenes practicados en Alemania, víctima de un envenenamiento.
Según un comunicado emitido ayer por el centro sanitario, Navalni ha salido del coma inducido, su estado ha mejorado y reacciona cuando se le habla, aunque no se puede descartar aún secuelas, debido al “grave envenenamiento” sufrido.
GASODUCTO EN LA CUERDA FLOJA
Ante esta situación, se habla de sanciones e, incluso, de interrumpir la construcción de gasoducto Nord Stream 2, para transportar gas directamente desde Rusia hasta Europa, que está casi terminado y en cierta manera es una especie de monumento a los tiempos en que las relaciones entre Alemania y Rusia eran distintas a las de ahora.