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- La tlaxcalteca llega tarde, en una silla de ruedas que necesita a momentos, con un buen perfil político, pero con una estructura devastada
De los pocos perfiles femeninos que se abrieron brecha en un mundo acaparado por los hombres y supo mantenerse vigente es el de Beatriz Paredes Rangel, hoy senadora de la república por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y aspirante a la candidatura presidencial que impulsará el Frente Amplio por México.
Sin embargo, el perfil de la tlaxcalteca que ha sabido mantenerse en la “institucionalidad” aceptando derrotas pactadas, aceptando hacerse a un lado en varias ocasiones en las que bien pudo convertirse en candidata a la presidencia de la República, hoy desgraciadamente para la oposición, ya no está en tiempo ni en gloria, más bien es una carta que el presidente del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, pretende utilizar para tranquilizar a la militancia y hacer creer que el PRI conserva los valores y el oficio político que, pocos como doña Beatriz, tienen todavía.
El pasado fin de semana, acudió a la capital hidalguense en donde compartió un desayuno con la militancia y simpatizantes del tricolor, ahí se vieron distintos personajes con aura gris, aquellos que en algún momento tuvieron una candidatura, perdieron la elección y se quedaron aferrados a convertirse en candidatos otra vez, cosa que podría suceder con mayor probabilidad al ser pocos los que quedan y más aún los que podrían competir por una candidatura en 2024.
Ahí doña Beatriz Paredes emitió un mensaje minutos antes de que los convocados a la rueda de prensa llegaran, posteriormente bajó del estrado y en silla de ruedas recibió las muestras de afecto y cariño de algunos militantes sinceros que realmente acudieron para apoyarla y no para ver qué hueso sacan, a momentos parecía que la senadora estaba en la silla presidencial y no faltaron personajes que “en cuclillas” se tomaron la foto con la líder.
Luego vino la rueda de prensa y Beatriz Paredes, nuevamente, apareció ante los medios de pie, dando breves pasos, demostrando fortaleza, aunque minutos antes, la imagen de la silla de ruedas había dado otra señal. Y tampoco fue grato para la senadora, que algunos de los priístas que se colaron a la rueda de prensa hayan ido directo a la mesa de bocadillos. que estaba destinada para los medios de comunicación.
Finalmente, la reunión en las instalaciones del comité estatal del PRI, logró lo que quizá nunca se había podido, reunir a toda la militancia que queda en Hidalgo sin necesidad de tener un gran espacio, ni rentar lonas ni carpas, ni grandes sonidos, un puñado de priístas acompañó a la aspirante a la candidatura presidencial, y algunos de estos, perfiles que ya tuvieron su tiempo y que no pueden aspirar a otro cargo luego del papel que hicieron en sus gobiernos o en cargos públicos que ocuparon.
Sin duda alguna, todo tiene su tiempo y todo tiene su forma, y el perfil de Beatriz Paredes aunque íntegro y representante de los valores e ideales del PRI muy alejado a lo que representa Alejandro Moreno, no está en tiempo de competir en estas elecciones como tampoco el perfil incongruente de Xochitl Galvez, pobres opositores, un perfil ya se les pasó y el otro no les alcanza, ahora sí que no les queda más que elegir al peor entre todos, como muchas veces se impusieron con perfiles mediocres que ganaron elecciones no por ser los mejores sino por ser los menos peores de la contienda.
Beatriz Paredes llega tarde, en una silla de ruedas que necesita a momentos, con un buen perfil político, pero con una estructura devastada, saqueada, manipulada, desbandada, con buitres que más que apoyarla buscan tener un hueso, con perfiles nefastos que más harían con alejarse de Paredes Rangel para evitar estorbarle a la que podría ser la candidata del Frente Amplio por México, cosa que si no imposible, cada día se ve más lejana porque Andrés Manuel López Obrador, ya eligió a Xochitl Galvéz como adversaria de quien quiera que sea su corcholata candidata.