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Descartando el día de hoy, quedan 18 días para que se acabe el año y mientras unos funcionarios públicos se alistan para irse de vacaciones, otros andan muy inquietos con sus campañas electorales (que aún no son campañas), y no faltan aquellos que han comenzado a lamerse los bigotes ante posibles movimientos en la administración pública tanto de la entidad como del país.
Los que en su momento andaban bien prendidos haciendo campaña por Marcelo Ebrard ahora dicen ser fieles seguidores de Claudia, los que dieron y siguen dando preferencia a Adán Augusto por encima del aspirante de su partido, Gerardo Fernández Noroña, ahora andan pegándose también a Claudia Sheinbahum en la búsqueda de impunidad.
Y ni qué decir de los de enfrente, con el maquiavélico plan de simulación de apoyo a Xóchitl mientras se cocinan traiciones o aseguran un lugar en las filas morenas, o ya de plano se comprometen a salirse del plano con tal de no ser investigados, han dejado a una oposición como piel de serpiente recién mudada, sin nada dentro, con sólo escamas que están por volar al menor viento, dando la impresión de un ente que ya no existe que ya no es y que personalmente dudo mucho que pueda reponerse.
Por otra parte, las sesiones que cada vez se hacen más candentes en el IEEH, no nos dejan creer que habrá vacaciones tranquilas en dicho órgano electoral, en dónde ya se ha usado el término “remoción al cargo” y se ha vislumbrado una vez más la violencia de género desde la presidencia del organismo, una violencia que adquiere diversos matices y formas, dos pequeños detalles que darán mucho de qué hablar si no son atendidos en tiempo y forma.
En otro tema, los recortes que se han hecho al presupuesto del INE en la entidad y que han permeado en temas como la gasolina, darán tela de dónde cortar en los próximos meses. Esto, sumado al esfuerzo laboral extra que deberán soportar los trabajadores debidos a temas que no se contemplaron con los recortes y el plan de austeridad, problemática un tanto similar a la que se vivirá también en el IEEH.
Se está yendo el año, un año de grandes momentos que han marcado la historia en Hidalgo, que han sumado a diversos momentos emblemáticos que jamás se hubiera creído que se verían en la entidad, y ojalá estos, sumados a diversos actos que tienen que ver con la aplicación de la justicia, logren permear en funcionarios públicos que fueron acusados por violencia en contra de la mujer pero que cobijados en cargos públicos siguen sin dar la cara y disfrutando de impunidad, sólo por poner un ejemplo.
En 18 días se estará acabando el 2023, un año de retos, de momias vivientes, de políticos que se niegan a ser sepultados por la tranza y corrupción que anidaron bajo sus alas, que los hacen ver como “tontos” que no se dan cuenta de lo que cometieron sus funcionarios, o como corruptos y traidores que incluso a sus más cercanos son capaces de darles un beso de Judas para entregarlos como chivos expiatorios.
El próximo 2024 no será excepción, habrá muchos cambios, muchas notas que seguir, habrá pleitos y calores en la contienda electoral, habrá temas de qué hablar y quizá haya la sorpresa de que ya no hay tantos temas como antes, como si bastara también poner a los activistas de funcionarios para que se acaben las marchas aún sin que hayan resuelto los problemas ni defendido las causas que una vez abanderaron.
El 2024 se antoja para que haya cambios verdaderos y no ajustes de cuentas de quienes hoy están y que mañana pueden correr la suerte de los que pusieron tras las rejas. Porque como diría en más de una ocasión, una buena periodista de hidalguense, “el que a hierro mata, a hierro muere”, la historia lo ha enseñado en Hidalgo y es algo que no será sorpresa, lo seguiremos viendo… una y otra vez. en tanto, se está yendo el año, como cada día, pero ahora es más notorio por la cercanía del 2024.