El fenómeno del paro estudiantil en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) ha mostrado una serie de situaciones que lo único que reflejan es la debilidad de un sistema podrido y arcaico, de un imperio sostenido en el cacicazgo del perfil que ha sido el terror de varias generaciones. El Voldemort aquél, con el nombre que en estos tiempos a muchos les da miedo pronunciar y que comienza con G de Gerardo, ya no es el mismo que sacudió al estado, hoy ha quedado reducido al ridículo que han hecho sus títeres en transmisiones en vivo que miles de personas han podido ver.
Octavio Castillo Acosta, rector de la máxima casa de estudios, siempre estuvo afuera, pero quedó más afuera en el momento en el que le nombraron a una vocera, misma que ha quedado reducida a una marioneta que lee frente a pantalla informes mal hechos, mal estructurados y que pretende, inútilmente, dar legitimidad a una imagen universitaria manchada por la corrupción y la torpeza.
Por su parte, Elsa Ángeles se estranguló con sus propias palabras al “aventarse el boleto” de que fuera destituido del Consejo Estudiantil el presidente, Esteban Rodríguez Dávila, y después reconocer ante cámaras que no puede, que su promesa fue vana. “Que es poco inteligente o se comporta con poca inteligencia” es la definición de imbécil, mote que se ha ganado el presidente del Consejo Estudiantil con su ridículo video publicado recientemente, ya que ha quedado como un Peña Nieto región cinco en Hidalgo.
Ya ni hablar de la señora del sindicato que mandó a los trabajadores a “proteger la universidad” el pasado 19 de septiembre. Ahora sí que Norma deberá responder a la norma, ya que seguramente tendrá que pagar ante las instancias procuradoras de justicia el haber sacado a decenas de trabajadores de sus puestos para golpear a estudiantes.
No nos iríamos sin mencionar a SUMA y la forma en que ha sido exhibida tras ocultar información siendo un medio de comunicación público pagado con una institución pública pero que obedece a intereses privados o de un grupo, quedó más que visto al funcionar como taxi-uber en el que huyó el señor rector luego de su prepotente y autoritario actuar con el que rompió la mesa de negociación en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu).
Ya ni qué decir de la campaña pasada de moda con la que pretenden “limpiar la imagen” opresora y autoritaria recién mostrada de la UAEH, eso de que cientos de perfiles aparezcan con los mismos mensajes y mismas imágenes creyendo que la gente creerá que todo es orgánico y natural sólo muestra la presión que se sigue ejerciendo sobre cientos de trabajadores en la máxima casa de estudios, no hay más.
Ya quiero ver que en la UAEH aparezca otra vez el nombre de María Teresa Paulín Ríos en la nómina, que Esteban Rodríguez no renuncie del Consejo Estudiantil y siga emitiendo ridículos videos, que se intente llevar a alumnos o personal de acarreados a eventos políticos, ya quiero ver que no se atiendan las demandas que algunos institutos se han comprometido a solucionar; ya quiero ver que la Universidad se vuelva a equivocar… Porque hoy el antecedente de este paro ha dejado bien claro que los estudiantes no son los mismos, que muchos de los padres conocen y atestiguan los problemas, la corrupción y la impunidad por la que los estudiantes lucharon en estas semanas.
Así que por donde se vea, hoy ganan los estudiantes. La paliza que le han puesto, con argumentos, a las autoridades universitarias, no tiene precio: ver los rostros de las autoridades y funcionarios, la impotencia contenida, las promesas sin valor, el actuar torpe y demás ha mostrado mucho a todo Hidalgo, mucho más de lo que el propio rector y los títeres pueden imaginar.
La falsa democracia, utilizada como estrategia política dentro del paro, también ha dejado muy mal a las autoridades, ya que al hacer que los paros se sometan a votaciones se traduce en someter a votación la justicia que reclaman los estudiantes abusados sexualmente, es someter a un voto la justicia para un estudiante asesinado en su cuarto de foráneo, es someter a votos la justicia para los estudiantes que fueron golpeados en Abasolo, someter a votación un paro refleja la simulación y la falsa democracia con la que la UAEH elige, con un solo contrincante, a sus directivos.
Sin embargo, un solo punto debe quedar claro, que todo lo sucedido en la UAEH en semanas recientes desde el 19 de septiembre, pudo haberse evitado, que no se debe confundir la gente al señalar como víctimas a unos o a otros, víctimas fueron los estudiantes que por semanas fueron ignorados en el Instituto de Artes, estudiantes a los que el rector, como sucedió en la mesa de negociación, ignoró como si no existieran; víctimas fueron los padres de familia y estudiantes golpeados en Abasolo; víctimas fueron los trabajadores que fueron enviados por los directivos y el sindicato cuando tenían que haber estado en sus puestos laborando como siempre; víctimas fueron los miles de estudiantes afectados…
Y el único responsable es la autoridad, Octavio Castillo Acosta, que hizo oídos sordos, que ignoró las denuncias y peticiones de un instituto repleto además, de ARTISTAS, los estudiantes con más pasión, resiliencia y capacidad crítica. Un instituto que ha sido un peligro desde siempre, razón por la que lo han mantenido alejado de los demás, porque es ahí donde surge la semilla de la inconformidad, de la protesta, de la justicia y de la verdad.
Hoy, por donde se vea (digan lo que digan los podridos, caducados y cobardes perfiles que nunca se atrevieron a dejar de tener miedo para levantarse con dignidad y denunciar toda la corruptela al interior de la universidad), los estudiantes ganan y dejan marcada en la historia de Hidalgo una gran lección, la garza que estaba sola y que representa un sólo perfil ha comenzado a caer como cayó la estatua símbolo del porrismo en Abasolo. Y hoy las garzas que viven han comenzado un nuevo vuelo, juntas como debe de ser. Por donde se vea, los estudiantes ganan.