Lo que el fin de semana vivió Nuevo León, ha dejado claro el miedo que tienen los partidos denominados por Andrés Manuel López Obrador como “conservas”, ante el escenario de perder su registro como partidos políticos en México. Y es que lo que parecía en un inicio “casi imposible”, ahora se ha convertido en una amenaza real, que podría a dejar a varios sin fuero y a merced de un gobierno Morenista vengador con sus adversarios y benévolo con sus allegados, ya que como lo ha dicho el presidente “amor con amor se paga”. 

El temor principal y por el cuál todos los corruptazos de México tiemblan y deberán inyectar todo el capital posible y toda la energía necesaria en la elección de 2024 es para no quedarse sin fuero, porque aquellos que no alcancen curul o cargo de elección popular seguramente verán su mala suerte convertida en prisión o en al menos una orden de aprehensión. 

Pero volviendo al tema de Nuevo León, tal y como se predijo que sería el hipotético caso con Marcelo Ebrard en Movimiento Ciudadano (MC), fue pero con Samuel García, “restarle puntos” a Xóchitl Gálvez y dejar sin registro a los partidos políticos del PRI, PAN y hasta PRD, casi haciéndose realidad, mientras Sheinbaum cobijada por la amistad de AMLO y ahora respaldada por toda la fuerza Morenista se ve imparable rumbo a la elección de 2024 con su porcentaje en las encuestas sin cambios relevantes y que cuando son de alguna forma son favorables. 

Así el panorama y la desesperación de los  partidos políticos, sobre todo del PRI que no vende a su madre porque ya está vieja según la Sandra Cuevas, y el PAN, que a pesar de tener candidata de sus filas aunque la “ciudadana” no ha sabido despegar, ni en su interior. El desplome ha comenzado, el pasado fin de semana estos partidos políticos le dieron, nuevamente, la razón a AMLO, la razón al movimiento convertido en Morena, le dieron la razón en los intereses mezquinos y en las cochinas actuaciones del PAN y el PRD.

Le dieron la razón en que los tribunales toman partido en la política y en que en estos dos grupos: tribunales y partidos opositores,  se acumula toda la corrupción que queda en México, razón por la que es necesario “eliminarlos” con cero votos en las urnas, lógica del juego estratégico de un presidente que ha hecho y deshecho, como ha querido a la ridícula oposición, que no ha sabido ser oposición y que tampoco supo ser ni mantenerse en el gobierno, aunque digan lo que digan. 

Mientras la rebatinga sucedía en Nuevo León, y Samuel García decidía entre ser un segundo lugar en la contienda o quedarse en la gubernatura, Claudia sigue avanzando, con eventos inflados con gente que sólo anda buscando el hueso, con políticos nefastos que se pegan como chinches al perfil que esperan que les ponga el dedo para ser ellos y ellas las elegidas como candidatos y candidatas a los diversos puestos. 

Lo peor de todo es que no se le puede quitar nada a quien solo está perdiendo, los tropiezos y torpezas de Xóchitl Gálvez han ido de mal a peor, lo del título de su libro que no conoce, y la creencia de que todavía está en los tiempos en que quiso ser gobernadora de Hidalgo echando mentadas, siendo vulgar y corriente para “caer bien”, con las nuevas generaciones no funciona, y tampoco el discurso vacío y nefasto de su historia de vida convertido en spot de televisión, cuyo argumento queda mucho a deber en comparación con el guión de Marymar, María la del Barrio o Ana la Chica Bolera. 

Tampoco ha funcionado señalar en otros lo que se tiene en familia, eso de decir que a Samuel García lo impulsó AMLO es la misma situación que vivió Xóchitl Gálvez cuando tras ser destapada en la mañanera por AMLO, comenzó a escalar ya que no la querían para jefa de Gobierno, sino para ser la perdedora de la silla presidencial en la oposición y ni qué decir de sus acompañantes: Vicente Fox criticando el apellido “extranjero” de Claudia cuando seguramente él se apellida “Tlahuizcalpantecuhtli”.

Insisto, la oposición es torpe, nefasta, ridícula y decimos oposición por referirnos a esos perfiles imbéciles, porque de oposición no tienen nada, tener un país con un gobierno que tenga todo en absoluto no es sano, la oposición debería dar equilibrio, pero en México no hay oposición, hay un puñado de bandoleros, ebrios, corruptos sedientos de poder que preocupados en sus propios intereses lo máximo que llegan a hacer es gritar como dos senadoras corrientes, despotricar como un ex presidente senil, negociar con dinero mal habido desde un campo tricolor y mentir como siempre lo han hecho. Qué mal, ahora sí que ni a cuál irle. Porque a estas alturas todo parece indicar que en México no hay para dónde…