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OPINIÓN | El viejo nuevo PRI

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OPINIÓN | El viejo nuevo PRI

El PRI nuevo que prometieron hace algunos procesos electorales, nada más no termina de cuajar, sigue siendo el mismo o quizá peor que el de antes, porque al menos el principio de “institucionalidad” era respetado, o más bien, se hacía respetar de una u otra forma. 

El PRI que prometieron, por lo menos hace un sexenio, fue como una serpiente que intentó cambiar  de piel pero que no pudo, es decir, el PRI de hoy es una serpiente que carga con su vieja piel porque quizá realmente nunca tuvo una piel joven para mudar.

Es una pena que sean tan ciegos y tontos, que en Hidalgo se hayan dejado engañar por lo que sus ahora ex priistas, hicieron al ocupar cargos de elección popular, es nefasto que Carolina y Marco actúen como tontos que no supieron las tranzas que desde su partido se gestaban.

Nuevamente, el hecho de que pidan justicia, y que se investiguen a los ex priistas solo está mostrando lo nefastos que pueden llegar a ser, y no por pedir justicia sino que como siempre pedirla a conveniencia, pedir que se ejecute la ley conforme a sus intereses y contra sus adversarios. Piden una cosa y se quejan de ser víctimas de lo mismo ante sus adversarios. 

Si lo pensamos de lejos, sin involucrarnos en la vida interna del tricolor, este partido está por los suelos por haberse engañado a sí mismo tratando de engañar a la gente, por negarse a rejuvenecer, por mantener perfiles tan hambreados como el de Alito Moreno, el PRI está en el hoyo por pregonar un partido renovado pero son cambios sustanciales y son eliminación mañas muy arraigadas. 

La decadencia del PRI tiene nombres y se concentra en un puñado de familias que siguen mintiendo, que siguen robando, que no tienen llenadera, corruptos, nefastos y sinvergüenzas. Está lleno de ciegos hipócritas que solo no ven lo que no les conviene, y mal por ellos porque al golpear a los que estuvieron, golpean su propia institucionalidad. 

Y no se confundan aquí no estamos para defender a los ex priistas vendedores de caricias, aquellos que ya buscaron acomodo en otros partidos sin importar ideología y sin la congruencia que ostentaban al ser leales a un partido y a sus principios. Si hubieran tenido lealtad, debieron primero ser expulsados  que renunciar, si en verdad les hubiera importado el partido que los amamantó no lo hubieran dejado en manos de Alito.

El problema ahora es que la gente está conociendo a los priistas, aquellos convenencieros que están cuando así les interesa, los que acusan de acuerdo a sus beneficios, aquellos que venderían al partido con tal de quedar impunes, están los priistas miserables y embusteros, están los mentirosos, y están los viejos mañosos que se encumbran como emperadores.

Si usted es todavía priista, ¿a qué corriente le va? Porque aquel PRI de ideales, de lucha, de resultados, de apoyo a la gente, quedó sepultado hace muchos pero muchos años. 

Seguimos viendo, sin duda alguna, al viejo pero nuevo PRI que de nuevo solo el nombre, porque en prácticas, costumbres, actuaciones, y hasta en su posible candidata… Solo se ve lo viejo.