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OPINIÓN | ¿A qué hora renuncian los zopilotes?

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OPINIÓN | ¿A qué hora renuncian los zopilotes?

De las mañas que se quejaban, ahora resulta que han aprendido muy bien esos perfiles nefastos que se dicen de la Cuarta Transformación pero que parecen más perredistas caciques, panistas conveniencieros o priístas que no soltaban el hueso. Cómo diría la Doña, María Félix: “si tienen hambre, que coman”. Sí, está bien, pero que no se pasen de cerdos atascados, teniendo un cargo y ya brincando a otro, incluso renunciando a un partido para buscar cobijo en la alianza Morenista.

Se quejaban de que Xóchitl Gálvez seguía siendo senadora a pesar de ser la taparrosca de la oposición y hasta el momento no hemos visto que los funcionarios del gabinete de Julio Menchaca Salazar, que ya se ven en las candidaturas a senadurías y diputaciones federales, renuncien a sus cargos. Sería verdaderamente nefasto verlos cobrar aguinaldos y salarios cuando el ritmo de trabajo se ha ido a pique, cuando es un puñado de gente la que da sostén y cobijo al proyecto de Julio Menchaca Salazar, mientras los otros, los que se dicen secretarios, o andan paseándose o andan ya seguros de que con votos en cascada a favor de Andrés Manuel López Obrador, van a poder tener el cargo al que se postulen, por lo que ahora lo importante es tener la candidatura que para muchos se traduciría al cargo ipso facto.

Sería bueno que ya presentaran su renuncia acompañada de una carta de pésimos resultados, una carta donde manifiesten que han sido traidores a las convicciones y a la ideología que se supone tenían para aceptar un cargo, deberían comprarse un bloqueador solar o una crema y salir con una cobertura gruesa, siquiera para disimular tantito, hacer ver como que les arde la cara de vergüenza tras haber utilizado un cargo público para hacer proselitismo y promocionar sus imágenes en todas las regiones de estado de Hidalgo.

Aquí, en Hidalgo, ya queremos que renuncien los zopilotes, sonrisas de mazorca, cínicos y sinvergüenzas, porque viéndolo bien, resultados no tienen, capital político menos, digo, si llaman capital político a los puñados de gente que acarrearon para que les aplaudieran sus comparecencias de una forma ruin y nefasta, ¿qué más se puede esperar de ellos y ellas, sino un circo sin pan? Se van porque saben que no habrá otra oportunidad, reconocen que hoy están en los cargos que soñaron por muchos años de su vida, no por ellos, sino por Morena y Julio Menchaca Salazar. Saben que no tienen con qué, saben de antemano que han tenido décadas de fracasos políticos y que hoy están en el gabinete por pura suerte y por el proyecto emprendido por Andrés Manuel López Obrador.

Por otra parte, los perfiles más jóvenes que también buscarán un hueso en la siguiente elección, saben que deben buscar acomodo para seguir con una vida a la que han comenzado a acostumbrarse, y esto es lo que en verdad da vergüenza, que perfiles tan míseros, carentes de ideología y de convicción social se quieran hacer pasar como si fueran los mejores perfiles que puede dar la Cuarta Transformación.

Los zopilotes esperan el aguinaldo, esperan los sueldos hasta el último momento, los zopilotes no dejan nada, si es carne podrida es la misma que se comen para no dejar nada ¡Pobres animalitos! Qué desgraciados han de ser, al ser comparados con los nefastos políticos atascados que teniendo un cargo público y sin concluirlo buscarán otro, por eso el PRD se desmoronó, por eso el PAN se quedó en el abandono, por eso el PRI se ha sumido en su perdición y ya lo dijo Obrador “el poder enferma”, por eso no buscará la reelección, porque “el poder enferma”.

Y lo que sobra en Hidalgo son enfermos de poder. Así que más ayuda el que no estorba, si han de buscar alguna candidatura ya renuncien de una vez secretarios y secretarias, no vaya siendo que al rato los confundan con los de enfrente porque ya se andan pareciendo, al menos en mañas, y trompas anchas, vicios que se supone deberían combatir si ideología política tuvieran, pero qué van a tener…