Cuando no votas por ti
Por: El pequeño Timmy
Basta con que un recibo de luz esté domiciliado en otro lugar y tenga tu nombre para que al momento de querer registrarte como candidato o candidata te hagan válido el registro, aunque oficialmente vivas en otro municipio, en otro distrito o en otro país, este último, cuando eres de la clase política más alta, a los candidatos jodidos no les alcanza para una casita en Miami o Europa.
Los candidatos “jodidos”, esos que algunos feamente en la política les dicen “hambreados”, buscan la forma de llegar a ocupar un espacio en la vida política del Estado, así se tengan que hacer pasar por discapacitados, finjan ser habitantes de una colonia en donde obviamente los desconocen los vecinos o bien reclamen candidaturas sólo por pertenecer a un grupo político.
A este tipo de perfiles nada les da vergüenza, son cínicos, nacieron cínicos y así seguirán, como una vez lo dijo un diputado del PRD en el Congreso de Hidalgo, “la vergüenza no me da de comer”, y proseguía: “estar aquí es como conducir un automóvil, enciendes la direccional hacia la izquierda pero te vas a la derecha”; en fin, no es momento de quemar al profe Cornejo; pero así, con este ejemplo, podemos darnos una idea de los perfiles políticos tan nefastos que hay en Hidalgo y en todo México.
Para alguien congruente, con valores, con principios, con verdaderos ideales, quitar una candidatura a un grupo vulnerable como son las personas con discapacidad, es impensable pero para quién no es así, no le genera remordimiento, no le da vergüenza. Tanta es la ambición por el poder que se pierden en lagos de porquería, en dónde la corrupción empantana las aguas por donde se camina.
Qué feo ha de ser que tras ir en campaña política buscando el voto de confianza de la gente, tú siendo candidato o candidata no puedas darte ese voto de confianza, no puedas hacerlo porque en la boleta no aparece tu nombre, porque tu postulación fue en otro distrito, así le pasó a varios en la pasada elección, y mientras para un ser congruente esto sería una vergüenza para otros no es más que una oportunidad, pero oportunidad de oportunismo, de esas oportunidades a la mala, siendo corruptos y traicionando la propia integridad.
Así les sucedió a varios candidatos y candidatas; sin embargo, no se puede evitar poner el ojo en aquellos que pelearon tanto una candidatura plurinominal porque sabían que en su distrito ni ellos votarían por ellos mismos. “Tragos de amargo dolor”, debería decir la canción que ahora viene a colación, para la que fue presidenta del PESH, partido que está en la mira para perder el registro, lástima por la credibilidad que una vez tuvieron, pero eso de enfermarse de poder no deja nada bueno.
En fin, bonitas lecciones va dejando la vida, un día eres y al otro no eres, porque para “ser” en la política, se tiene que tener poder; sin embargo, en lo que pocos se detienen a reflexionar es en la forma de obtenerlo, hay quienes cínicamente se revuelcan en el fango y terminan diciendo “sucio pero con poder”, también hay quienes lo intentan y terminan sucios, sin poder, sin candidatura, sin curules plurinominales, sin partido y lo único que les queda es un comprobante médico que señala que sí eran discapacitados, situación que ahora nadie les discute.
