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No podemos controlarnos
Por: El Pequeño Timmy
A 23 días de la elección en Hidalgo, el clima electoral parece calentarse en algunas regiones; mientras que en otras, parece que las campañas de las distintas candidatas y candidatos no despegan, quizá sea en estas últimas donde se deje ganar a los que buscan sólo las migajas para poder mantenerse en el escenario político, porque lo que ha quedado claro hasta el momento es que las distintas fuerzas políticas y coaliciones buscan ganar distritos claves que puedan ser utilizados el próximo año para apuntalar las candidaturas a la gubernatura.
Lo ridículo de esta elección en Hidalgo, es que se vean escenas como las que montaron los partidos políticos en el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) y no hablo de los errores garrafales que cometieron para que mañosamente pudieran postular a candidatos es los lugares plurinominales (becas para obtener una curul sin hacer campaña), sino del espectáculo de acusaciones: “me rompieron mi lona”, “se robaron mi propaganda”, “repintaron la barda”, “el ayuntamiento está haciendo uso de recursos públicos para apoyar candidaturas”.
Y es de risa porque con tan sólo recordar lamentables eventos como el acontecido en una imprenta en el año 2013 en el que partidos políticos que ahora son amigos pelearon a capa y espada por que se estaba imprimiendo propaganda negra, pareciera que la ignorancia que no les permitió actuar en aquél entonces se enraizó, creció y sigue floreciendo dentro de los institutos políticos.
Sí, esa propaganda “negra” que se imprimió (pero nunca salió) en la Imprenta Bernal, similar a la que se ha encontrado en días pasados en contra de candidatos y candidatas, sobre todo de la región de Tula-Tepeji, no es una estrategia nueva, hoy es fácil imaginarse de donde vienen esas ideas tan rancias ejecutadas ahora en manos tan torpes como son los brigadistas que visten de color naranja.
A como van las cosas en Hidalgo, en donde: “si no gano en las urnas arrebato en los tribunales”, pronto se tendrán elecciones entre mafiosos ya que la única forma de hacer frente a un candidato cuya trayectoria está empañada por mañas es con otro similar. Lo que no han querido ver los partidos políticos es que con sus alianzas están perdiendo toda credibilidad, ya que en un año somos enemigos y al otro te lamo las botas con tal de que me dejes tener mi registro.
En cada proceso electoral, se entregan a la ciudadanía candidatos que ayer estuvieron en un lado y que hoy aparecen del otro, eso se llama crisis de identidad, de ideología política y sobre todo de congruencia tanto en el perfil enviado a campaña como en los propios partidos políticos.
Por eso no extrañará que al no poder competir el próximo año por la gubernatura, debido a que el partido haya elegido mujer, algún candidato decida brincar a otro partido con tal de hacer caso a su enfermedad de poder. O que ante acciones afirmativas se hagan pasar por miembros de la comunidad de la diversidad sexual (que para algunos sería salir del closet nada más), o por discapacitados (como ya ocurrió) y no dudemos de aquellos que buscarían ampliar el rango de edades para entrar en tercera edad o en jóvenes (es lo que falta), porque la autoadscripción de pertenecer a comunidad o pueblo indígena ya también ha sido utilizada.
Cada proceso electoral es lo mismo, pero también cada proceso electoral es diferente, por eso es ridículo pedirle a los institutos reguladores que metan las manos y detengan actos que los mismos partidos mañosos y sus candidatos de grandes colmillos provocan. Es tan perverso como lo que dijo un asesino serial: “por favor que alguien me detenga”; es decir, que venga el IEEH y las autoridades electorales, porque no vamos a dejar atrás esas prácticas arcaicas que han hecho ganar a muchos… Y así la sangre llegue al río, las ansias de poder, la baba que escapa de la boca tan sólo de imaginar sentarse en una curul, es más grande y eso deja al descubierto a los chacales que dejarían que la gente se mate con tal de llegar al poder, eso sí, prometiendo siempre “procurar el bienestar de todos” (todos los de su familia y allegados, nada más).