OPINIÓN

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OPINIÓN

Gracias por nada 

Por: El Pequeño Timmy

Últimamente se ha dado la creación de instituciones, espacios y lugares que tratan en vano de ser los parches que tapen los huecos que se han generado en la vida política y social de nuestro país y de nuestro estado, obligar a los partidos políticos a que postulen candidaturas de personas discapacitadas, jóvenes, indígenas, mujeres y ahora de las personas de la diversidad sexual, es un reflejo de que en el país lo que no se hace por ley, nada más no se hace. 

Es lamentable esa simulación de democracia que ha quedado al descubierto, cuando nos damos cuenta de que si no es de forma obligatoria, las candidaturas y los puestos de elección popular seguirán acaparados por los hombres “atascados” de siempre. Es lamentable que en el país en donde se incluye Hidalgo, se tengan que hacer leyes para garantizar el derecho que todas las personas tenemos  a la participación en la vida política de nuestra región.

Tener que hacer distinciones de ciertos grupos a los que se considera vulnerables, y reconocer en cada ley o acuerdo en el que se avanza que se trata de un “acto de justicia social” debería desatar una reflexión que avergüence a todos aquellos que desde el poder  y por muchos años pisotearon a estos grupos a los que hoy milagrosamente “les hacen justicia”.

Pero, ¿a qué le tiras cuando sueñas mexicano?, diría el buen Chava Flores, en un Estado donde se tienen que hacer leyes que sostengan a las que ya existen, en donde se tiene que crear un instituto que vigile el actuar de otro que a su vez vigila a uno más, y en donde para que se garantice la participación democrática del pueblo se tiene que hacer obligatorio y por ley, ahí no hay cabida para soñar. 

Al paso que vamos y derivado de toda la corrupción que se ha visto, como cuando se postulaban candidatas “Juanitas” y una vez que ganaban las elecciones, desde sus dirigencias partidistas  las obligaban a renunciar para que su suplente “hombre” asuma el cargo, en México y en Hidalgo vamos a necesitar leyes que se adecuen a cada uno de los sectores, vamos a necesitar acuerdos en donde se incluyan a todos y todas, porque en todos estos años ha quedado claro que la “democracia” ha sido de “unos cuantos”.

Y es lamentable que con bandera arcoíris se pida el voto a un sector pero estando en el poder se vote en contra de sus derechos, o que se usen a los pueblos como capital político y luego ni de llevar el agua potable a sus comunidades se acuerden. 

Hoy en el discurso dicen que le han hecho justicia a los pueblos indígenas, a las mujeres, a las personas discapacitadas, a las personas de la diversidad sexual, a los jóvenes y a los adultos mayores; sin embargo estaremos esperando que al congreso lleguen otros personajes que puedan ver por sectores de la población que están quedando fuera de la participación activa en la política de Hidalgo y de México.

Es vergonzoso que a un espacio de representación popular, acudan diputados y diputadas sólo a velar por sus propios intereses o de grupo, y que se necesite de un representante de cierto sector para que toda la comunidad sea tomada en cuenta, como si en la realidad no estuvieran sujetos a lo que las dirigencias partidistas les señalan; es verdad, en Hidalgo falta mucho trabajo por hacer, pero sin la conciencia que es necesaria para entender que desde la política se debe servir y no llegar a servirse, por muchas leyes que haya, por muchos espacios que conquisten los “grupos vulnerables”, no habrá un cambio real.

Y seguiremos haciendo leyes sobre leyes, instituciones sobre instituciones; los problemas de fondo, aquellos por lo que se ha hecho todo lo anterior, seguirán de una u otra forma. Si en verdad se aplicara el “nadie por encima de la ley” y se aplicara en tiempo y forma, se tendría gran camino avanzado; pero, ni eso, ni el respeto por todos los demás, ni la garantía de la libertad de pensamiento y hasta de preferencia sexual está garantizado. Así que supongo tenemos que “aplaudir” y decir: “gracias por nada”.