OPINIÓN

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Se la creyeron…

Por: El Pequeño Timmy

La ambición desmedida y enfermedad por el poder, fueron los elementos que se lograron vislumbrar en algunos diputados locales que han regresado al Congreso con el rabo entre las patas y con la vergonzosa derrota que tuvieron en las pasadas elecciones municipales. Durante dos años en tribuna les recordaron que la curul que ocuparon se las dio el nombre de Andrés Manuel López Obrador en las pasadas elecciones, donde resultaron electos por estar con Morena, pero ellos no hicieron caso y al enfrentarse al proceso electoral en sus municipios vieron que no tienen el apoyo ni de sus vecinos. 

Se creyeron la mentira de que la gente había votado por ellos para que fueran legisladores y, lo único que hicieron, fue evidenciar que el voto en cascada provocado por el efecto AMLO, fue lo que los puso en la silla en la que se sientan hoy. Los diputados locales que salieron a buscar convertirse en presidentes municipales, dejaron ver en la mayoría de los casos, la ambición desmedida y el arribismo con el que pretendieron ganar un nuevo espacio dentro del mapa electoral hidalguense, pero no fue así, fracasaron y regresaron con el sabor de la derrota (sin haber acabado el proceso electoral), para seguir cobrando en el Congreso local.

  “No tienen llenadera”, es la frase que ocuparía la abuela para referirse a los diputados: Armando Quintanar Trejo y la diputada Rosalba Calva García, los perdedores de la pasada elección municipal en Huichapan y Zacualtipán del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin contar a Ricardo Baptista González quién parece que aprendió la lección de “no ser tan atascados”, y esperará que el proceso electoral concluya en los Tribunales, aunque los mal pensados andan diciendo que no ha regresado a cobrar al Congreso porque sigue enfermo de Covid-19, que al igual que muchos candidatos irresponsables anduvieron haciendo contagiadera entre la población.

  Por otra parte, el trabajo de otros diputados chapulines se vio reflejado, tanto en la forma en que el diputado que gustaba “pasearse”, Crisóforo Rodríguez Villegas, operó en la elección de Tianguistengo donde obtuvo el triunfo abanderado por el partido al que una vez traicionó (Nueva Alianza), como el trabajo político que desarrolló Susana Ángeles Quezada cobijada por Morena en Tizayuca, ambos triunfadores hasta el momento.

  No cabe duda que hay una gran diferencia entre los que llegaron al Congreso con trabajo en campaña y los que se pegaron como garrapatas a la tendencia del momento. Será por eso que los diputados que cantan en estas temporadas en las que se acerca el Día de Muertos, pero nunca brillan en la sociedad cultural, decidieron ni siquiera competir por una candidatura, y ahora menos que su líder moral anda recluido. Pero de que se la creyeron, se la creyeron, no siempre las mentiras que se repiten mil veces se convierten en verdades.