IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
Las opciones de políticas públicas que la publicación de las Naciones Unidas “El futuro del envejecimiento: opciones de política pública” por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe 2022, hace para enfrentar las fechas emblemáticas del futuro del envejecimiento en México durante el siglo XX, se concentran en la postergación del retiro, la reducción de la brecha de género, el aumento del nivel educativo y el aumento de los impuestos.
En cuanto a la postergación de la edad de jubilación para extender la vida laboral, expresan que es una manera de contrarrestar los efectos del envejecimiento de la población en la productividad. En el caso de México, el escenario actual es favorable, no obstante, en un período más extenso, la postergación del retiro podría mitigar los efectos del envejecimiento de la población en la productividad, además de contribuir a las finanzas del gobierno.
Si esta fuera la única opción de política utilizada, se requeriría postergar cuatro años la edad de jubilación para mantener la productividad de la población en los niveles actuales hasta finales del siglo.
En este mismo periodo (2022-2100), se prevé en México un aumento de siete años en la esperanza de vida a los 60 años, sin embargo, es importante destacar que la opción de extender la vida laboral debería considerarse en un contexto de crecimiento de la esperanza de vida de forma saludable, para lo cual se necesitan políticas de protección social para garantizar el acceso a servicios de salud y sistemas de cuidado de calidad, que permitan el disfrute de una vida digna luego del retiro, para una población que estará cada vez más afectada por las enfermedades crónicas y degenerativas, propias de las sociedades envejecidas.
Actualmente, las mujeres en la edad laboral más productiva (30 a 49 años) en México perciben el 49 por ciento del salario que perciben los hombres del mismo grupo etario. Esta brecha es resultado de su menor participación en la fuerza laboral, su menor cantidad de horas trabajadas en el mercado laboral formal y su menor salario por hora.
Sin embargo, desde la perspectiva de la economía nacional, la productividad global aumentaría si la participación de las mujeres en el mercado de trabajo formal aumentara, en lo que se denomina bono de género. En el caso de México, si el ingreso de las mujeres aumentara hasta representar el 66 por ciento del ingreso de los hombres, se podría contrarrestar el impacto negativo del envejecimiento en la productividad hasta el fin del siglo.
Entre las medidas posibles para aumentar la participación femenina, pueden mencionarse la inversión en la educación de mujeres y niñas, la implementación de políticas que promuevan un mayor equilibrio en la distribución de las actividades productivas y reproductivas entre hombres y mujeres, una mayor y más accesible oferta de instituciones de cuidado infantil y de educación preescolar.
Otra forma de aumentar la productividad para contrarrestar los efectos del envejecimiento es invertir en capacidades humanas a través del aumento de los años de educación. El aumento de la cantidad y calidad de la educación no solo aumenta la productividad de las futuras generaciones, sino que es una medida para enfrentar la desigualdad socioeconómica.
¿De qué manera tú puedes contribuir?