Continúa la ONU (léase EU) azuzando al felino
• La nueva resolución adoptada tras la última prueba nuclear impone un embargo al gas natural y el textil
Nikki Haley, la embajadora de EU, recordó que Corea del Norte violó todas las resoluciones adoptadas. “No les importa la comunidad internacional ni su propia población”, dijo, “las medidas a medias no funcionan”. Explicó que el objetivo de estas sanciones busca evitar que el régimen siga “alimentando” su programa nuclear. La diplomática “apreció” el esfuerzo hecho en China
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acordó ampliar las sanciones contra Corea del Norte taponando sus importaciones de petróleo, para tratar de poner freno a su programa nuclear y balístico. El voto fue unánime.
La intención inicial de EU era imponer un embargo total e incluir en la lista negra a su líder Kim Jong-un, buscando congelar sus activos. La solución final bloquea el comercio de productos textiles y de gas natural.
La resolución adoptada pone un techo al volumen de petróleo que Corea del Norte puede importar, tomando como referencia el nivel actual de los intercambios. También limita los productos refinados. Es decir, en la práctica se busca aplicar un embargo “progresivo” que se irá modulando, en lugar de un bloqueo total e inmediato. China es prácticamente el único país que le suministra energía.
También se suaviza en el texto final la parte referida a los ingresos que generan para el régimen los trabajadores expatriados. La resolución final incluye, empero, un embargo sobre el gas natural licuado y condensado. El Consejo de Seguridad ya restringió en agosto las importaciones de carbón, hierro y mariscos. Ahora añade a Pak Yong Sik a la lista negra, por ayudar a dirigir la industria balística.
Las medidas adoptadas, según EU, recortará los ingresos de Corea del Norte en 800 millones de dólares anuales con el embargo a las exportaciones de textil. Washington calcula, en paralelo, que los expatriados aportan 500 millones al régimen con su sueldo. También indica que se reducirá un 30% el petróleo que se provee a Corea del Norte y un 55% en el caso de los productos refinados.