HA SIDO UN VERANO INTENSO
    •    Si bien la canícula de 2003 dejó 15 mil muertos, las temperaturas no llegaron al nivel de 2019


La abrasadora ola de calor que este verano azotó Francia, dejó saldo de mil 435 muertos, según los cálculos del Ministerio francés de Sanidad. La cifra, calculada a partir de la media de fallecimientos en el mismo periodo y en tiempo normal, puede parecer elevada, pero es diez veces inferior a la de agosto de 2003, cuando se registraron 15 mil muertos, pese a que las temperaturas han sido más elevadas en 2019 que entonces.
La caída en picada de las víctimas de la canícula respecto a última gran canícula se explica en parte por las extremas medidas preventivas. A finales de junio y a finales de julio se registraron récords de temperaturas en Francia.
La canícula, que afectó a buena parte de Europa, activó en Francia todas las alarmas. La experiencia de 2003 fue traumática y las autoridades querían evitar a toda costa una repetición del drama. El 28 de junio los termómetros alcanzaron los 46 grados en el sur del país.
El 25 de julio se rompieron nuevos récords, al llegar la temperatura en París a los 42,6 grados Celsius, lo que superaba holgadamente el anterior récord de 40,4 grados registrado en la capital en 1947.