¡Obama entra en campaña!

    •    Ataque demoledor contra Trump y los republicanos… “él es un síntoma, no la causa”; urge a los demócratas a votar en masa: “Nuestra democracia depende de ello”


Obama denunció la política del “miedo y el resentimiento”. “No pretendo comunicarme con Abraham Lincoln, pero esto no es lo que teníamos en mente cuando ayudamos a crear el Partido Republicano. No es conservador, es radical”. Reprochó a los republicanos su silencio en las críticas que Trump lanza contra el Departamento de Justicia, al que ha atacado por encausar a políticos del partido y perjudicarles en la elecciones.
Barack Obama se subió la noche del pasado viernes a un escenario de Illinois y se lanzó en tromba a la campaña de las elecciones legislativas con un ataque duro y directo contra Donald Trump y el Partido Republicano, algo que el ex presidente de EU, siguiendo uno de esos códigos no escritos de Washington, se había cuidado de hacer desde que salió de la Casa Blanca. Obama advirtió que Trump “es un síntoma, no la causa” del populismo y urgió a demócratas a votar en masa en noviembre: “Nuestra democracia depende de ello”.
El ex presidente demócrata golpeó al republicano por todos los flancos y le citó con nombres y apellidos, algo que no se recuerda que hubiera hecho desde que pasaron las elecciones presidenciales de 2016. El enfado del que tanto se habla en EU es sincero en algunos ciudadanos, dijo, pero también resulta “una fabricación de privilegiados y poderosos que nos quieren mantener divididos”. “Esto no empezó con Donald Trump. Él es un síntoma, no la causa. Él solo está capitalizando el resentimiento que los políticos llevan años alentando”, recalcó.
El discurso de Obama, que pronunció en la Universidad de Urbana al recoger un galardón que reconoce la ética en el Gobierno, plantea las legislativas de noviembre como un referéndum sobre Trump, y los primeros compases de la campaña demócrata están apuntando en esa misma dirección. Pero muchos republicanos recuerdan que en el voto al Congreso priman muchos intereses territoriales y que los electores disociarán las astracanadas del presidente de las esencias del partido.
El famoso artículo anónimo de opinión publicado en The New York Times el miércoles, en el que un supuesto alto funcionario de Trump habla de un movimiento de resistencia de republicanos puros que controlan los desmanes del neoyorquino, destila esa idea: aunque haya sido elegido “como republicano”, cita el autor, muestra “poca afinidad” con los principios de libertad de mercados, de pensamiento y de personas que los conservadores se atribuyen. Sin embargo, destaca las bondades de muchas de las medidas adoptadas durante la Administración -rebaja fiscal y aumento del gasto militar- y evita citar un asunto tan discutido dentro del propio partido como migratorio. Lanza este mensaje: “Los americanos deben saber que hay adultos en la habitación”.
Obama, sin embargo, dirigió concienzudamente su diatriba a los republicanos, que salvo escasas excepciones han callado y otorgado con las medidas trumpistas más polémicas. “¿Qué le ha pasado al Partido Republicano? Su principio fundamental en política exterior era luchar contra el comunismo, ¡y ahora están haciéndose amigos del exjefe de la KGB!”, exclamó, en referencia a la simpatía de Trump por Vladímir Putin, en un momento en que el Kremlin es acusado por el Gobierno de interferir en las elecciones y la política estadounidense.

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