El presidente de EU, Barack Obama, reconoció ayer que el «sentimiento antiinmigrante» en EU «no es algo nuevo», pero insistió en que «está equivocado» y rechazó los discursos «incendiarios» y aquellas posturas que enarbolan «las banderas de la intolerancia».
Durante su intervención en la gala de premios del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI) en Washington, el mandatario aludió, aunque sin nombrarlo, al precandidato republicano Donald Trump, quien ha causado un gran revuelo por su dura posición contra los inmigrantes.
«Liderazgo no es avivar las llamas de la intolerancia y luego actuar sorprendidos cuando se produce un incendio. (…) El sentimiento antiinmigrante que ha infectado nuestra política no es nuevo pero es un error», aseguró.
«La grandeza de Estados Unidos no proviene de construir muros. Nuestra grandeza viene de construir oportunidades», aseguró Obama ante los asistentes a quienes recordó que más allá de los indios navajos, «todos» en Estados Unidos llegaron «desde otro lugar».
Aplaudido en varias ocasiones por la audiencia, gran parte de ella en pie durante todo el discurso, Obama recuperó uno de los lemas más efectivos de su campaña de reelección: «No abucheen, voten. Porque no escucharán vuestros abucheos, pero sí escucharán vuestros votos», añadió.