NÚMEROS CLAROS

NÚMEROS CLAROS

FMI se moviliza para apoyar a los países pobres frente a la crisis

La deuda pública de muchos países seguirá elevándose durante mucho tiempo en medio de la crisis desatada por la pandemia del COVI-19; sobre todo la de los europeos. En otro artículo habíamos señalado las conclusiones del estudio publicado por Euler Hermes, asociación de economistas de la aseguradora de crédito, que concluía que los países no podrían volver a los niveles de deuda pública respecto al PIB, de antes de la crisis, hasta 2035.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han tratado de ayudar a muchos países emergentes y en vías de desarrollo para hacer frente a la crisis. Semanas atrás en una reunión del Club de París, se procedió a la cancelación de parte de la deuda de algunos países pobres muy endeudados, a fin de ayudarlos a enfrentar los retos de la pandemia; tales como Sudán, cuya deuda total ascendía a 56.6 millones de dólares a fines de 2020 y ahora se beneficiará de una cancelación por una suma de 14.1 mil millones.

Ahora el FMI ha anunciado un acuerdo para movilizar 650 mil millones de dólares en nuevos recursos y asegura que continúan las negociaciones para reequilibrar este monto entre países ricos y pobres, según la agencia AFP. La Junta de Gobernadores del Fondo aprobó este martes pasado una asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) equivalente a 650 mil millones de dólares, con el fin de aumentar las reservas de liquidez de sus países miembros.

La directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, ha calificado ese acto como una decisión histórica; como la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y un soplo de aire fresco para la economía mundial en este período de crisis sin precedentes. La asignación, que ya contaba con la aprobación del directorio de la institución desde el mes pasado, entrará en vigencia el 23 de agosto. Creados en 1969, los DEG son un instrumento monetario emitido por el FMI para complementar las reservas de divisas de los distintos países adheridos a la institución. Desde 2016, se ha construido a partir de una canasta de cinco monedas: el dólar estadounidense, el euro, el yen, el yuan y la libra esterlina.

Si el mecanismo se ha vuelto más obsoleto luego de la transición a un régimen de tipo de cambio flotante en la década de 1970, las crisis recientes lo han actualizado. Después de la crisis de 2008, se movilizaron 182.6 millones de DEG para los países miembros. La condicionalidad de estos préstamos es objeto de debate, pero dadas las tasas de interés sustancialmente bajas (actualmente alrededor del 0.05%), los DEG no se consideran una deuda para el FMI.

Los fondos han sido asignados a los países de acuerdo con un sistema de cuotas, es decir, la parte del capital del FMI que poseen. De los 650 mil millones de dólares aprobados el martes, 375 mil millones se destinarán a países desarrollados, mientras que países emergentes y en desarrollo compartirán los 275 mil millones restantes. No obstante, este intercambio genera preocupaciones, ya que las economías más pobres son las que más necesitan liquidez.

Kristalina Georgieva, había anunciado en junio pasado que se movilizarían de inmediato 33 mil millones de dólares para los países africanos, pero esta cantidad se mantiene por debajo de las necesidades de financiamiento del continente, que muchos observadores estiman en más de 200 mil millones de dólares. Ahora, consciente de la brecha, la institución asegura que seguirá negociando con los países ricos para que puedan reasignar sus DEG en beneficio de los países más pobres y vulnerables.

Related posts