NÚMEROS CLAROS

Lozoya, la lucha contra la corrupción cuestionada por la oposición

  • Pretende justificar que lo que hizo fue debido a presiones del presidente Enrique Peña Nieto y de Luis Videgaray

No se trata sólo de las cadenas de corrupción que ha formado en América Latina la empresa brasileña Odebrecht, sino de la historia de la corrupción en México y la forma como durante años se han amasado fortunas al amparo de la impunidad, de gobierno en gobierno; sin que nadie pudiera intervenir para, en representación de los ciudadanos, impedirlo y llevar a los corruptos a los tribunales para hacer prevalecer la Ley sobre sobre la impunidad y los abusos de poder.

El miércoles pasado el país se hundió en un terremoto político que quitó el sueño a más de una persona de la clase política nacional. El exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya, había presentado una detallada denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República (FGR), quien lo investiga por actos de corrupción cometidos durante los años en que estuvo al frente de la paraestatal entre 2012 y 2016, declaración que, dentro de una estrategia diseñada por alguien desde la oscuridad del anonimato, comenzó a circular el miércoles pasado por la tarde en su versión digital.

Como si Emilio Lozoya hubiera decidido hacer del conocimiento de todos los mexicanos las razones por las cuales salió del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en 2016 y evitar que su verdad quedará sólo entre algunas personas; estupefactos, al corroborar lo que los medios habían dicho en todos estos años sobre la administración del presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, corroboramos investigaciones periodísticas, denuncias y hechos presentados en la televisión, en la radio y en los medios escritos; mientras nos preguntamos si tendría las evidencias para respaldar sus acusaciones y si no se violaba habría violado el debido proceso.

Como nadie se había atrevido a hacerlo antes en México, Emilio Lozoya denunció a expresidentes, exsecretarios de Estado, exlegisladores y legisladores en funciones hoy, gobernadores y funcionarios, además de un periodista, con lo cual pretende justificar que lo que hizo fue debido a presiones del presidente Enrique Peña Nieto y de Luis Videgaray, quien dirigió la campaña del primero y ocupó los cargos de Secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores.

El adagio dice que “sí el río suena, piedras lleva”, de tal forma que de inmediato los denunciados por Lozoya reaccionaron a través de los medios la misma noche del miércoles y en los días subsiguientes. Lo lamentable de las reacciones de los opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, es no confiar en la lucha contra la corrupción que lo llevó a la presidencia en 2018 y descalificar el trabajo que está haciendo el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, quien no tiene compromiso con el presidente ni su movimiento política y sí la obligación de actuar con independencia de los poderes del Estado, cumpliendo su función de abogado del pueblo.

Los nombres de los 17 funcionarios denunciados y su actuación dentro de los casos de corrupción están suficientemente detallados en la denuncia presentada por Lozoya y los medios la han detallado suficientemente. Las reacciones de los políticos involucrados en la denuncia de hechos, las reacciones de los opositores al presidente López Obrador desde los medios, al relacionar el trabajo de la fiscalía con las elecciones de 2021, sólo muestran las limitaciones de una clase política y de una parte de los medios, quienes cualquier avance en la lucha contra la corrupción y la impunidad, lo vinculan a un circo político en busca de poder y no de la justicia del pueblo sobre quienes, durante años, lo han expoliado.

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