El Gobierno estadounidense abrió este domingo una investigación por tráfico de seres humanos tras el hallazgo de ocho personas muertas y 28 muy graves que estaban encerradas en el remolque de un camión aparcado junto a un centro comercial en San Antonio (Texas), a 260 kilómetros de la frontera con México. Una persona más murió en el hospital horas después, elevando a nueve el número de víctimas.
La policía y los bomberos acudieron al lugar tras recibir una llamada de un empleado del centro, al que había llamado la atención el vehículo. En su interior hallaron a 36 inmigrantes, incluidos dos niños. Los supervivientes, a punto de la deshidratación, eran víctimas de un golpe de calor, ya que en esta época la temperatura ronda los 40 grados.
Según Richard Durbin, fiscal del distrito oeste de Texas, las víctimas fueron trasladadas a hospitales del área, 17 de ellas en estado crítico.