No pido que me den…sino que me pongan donde hay

“Ali Babá y los 40 ladrones” hoy tienen una nueva versión recargada y remasterizada en la figura de muchos funcionarios públicos a nivel nacional; y solo por citar a uno de tantos ejemplos, vemos en cada cambio de las administraciones municipales que las salientes dejan las arcas vacías, el baúl del erario público es saqueado de manera inmisericorde al grito de un hidalgo, es decir: “una mentada al que deje algo”.

Pero hoy, la estrategia se ha invertido; el saqueo ya no puede esperar hasta el final del encargo público, no sea que alguien se les vaya a adelantar; por ello, con las lagunas de la ley en las manos y la lentitud pasmosa de los auditores, los funcionarios públicos “se sirven con la cuchara grande”, echan mano de los presupuestos para beneficios personales y no para las necesidades municipales, Veracruz es solamente un clavo que se salió de control.

La ambición de quienes han creído que lo merecen todo por el solo hecho de llevar el membrete de “funcionarios públicos” ha provocado que las liebres estén brincando prácticamente por todo el territorio nacional: desfalcos, venta de bienes propiedad del Estado, autoventas disfrazadas con prestanombres, empresas fantasmas, construcción de presas privadas y muchos etcéteras más.

Hoy día de todas las linduras que nos caracterizan, considero que el de la corrupción está ocupando un lugar inalcanzable en nuestro hit parade, pues algo debe haber de ello cuando de la nada se desaparecen los delincuentes de cuello blanco, o bien, son escondidos en cajuelas de autos para llevarlos a tomar protesta como legisladores, otros, después de haberles quitado el fuero de repente ya nadie sabe dónde están; y así pasará el tiempo y el delito solo quedará como una anécdota más de las tantas que existen en todas las administraciones públicas de todas las épocas

Hoy la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos en concordancia con el artículo 110 de nuestra Carta Magna permite llevar a los servidores públicos abusivos a un Juicio Político que les cueste el puesto y en su momento también la libertad, pues la citada Ley refiere que “Los gobernadores de los Estados, los Diputados a las Legislaturas Locales y los Magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia Locales podrán ser sujetos de juicio político por violaciones graves a la Constitución General de la República, a las Leyes Federales que de ella emanen, así como por el manejo indebido de fondos y recursos federales”

El erario público debe ser ocupado para satisfacer las necesidades propias del Estado o de los Municipios, no para el dispendio personal que fomente la ineficacia tradicional de funcionarios que no funcionan.

No debemos permitir que el producto de nuestro trabajo entregado a las arcas vía el pago de derechos e impuestos, sea llevado al cesto del dispendio de intereses personales.

No olvidemos el pensamiento de Benito Juárez cuando dictaba que: “los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala”. No nos vayamos a olvidar del compromiso de pugnar por la eliminación del fuero.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está

Lic. Miguel:.Rosales:.Pérez:.

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