
EFE.- La Unión Europea rechazó la acusación que el presidente de Bolivia, Luis Arce, hizo en la Asamblea General de la ONU, asegurando que en 2019 hubo en el país un golpe de Estado alentado por instancias internacionales, entre ellas la UE.
Arce se refirió a los sucesos durante la crisis política y social que vivió Bolivia en 2019 y mencionó que se produjo una “ruptura del orden constitucional” con la participación de “actores nacionales políticos” como comités cívicos, “malos efectivos” de la Policía y las Fuerzas Armadas, además, de la “jerarquía católica” y de “medios de comunicación hegemónicos”.
En un comunicado el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), respondió que “la UE ayudó a facilitar reuniones en la que participaron actores clave de todos los partidos políticos, incluyendo representantes de Movimiento al Socialismo, bajo el liderazgo de la Iglesia Católica y la petición expresa del Gobierno del presidente Evo Morales”.
Añadió que el objetivo de esas reuniones era el de “ayudar a pacificar la situación” en Bolivia”