Habría que sugerir al libro Guinnes que revise el número exacto de espacios bautizados con el nombre de un expresidente en el mundo. Si lo hiciera ahora, posiblemente, para los argentinos no sería una sorpresa que el de Néstor Kirchner batiera todos los récords.
Si lo intenta dentro de unos meses, quizás, el resultado sea totalmente diferente ya que el Gobierno de Mauricio Macri tiene en cartera un proyecto de ley, con efecto retroactivo, que prohíbe bautizar espacios y monumentos públicos con nombres de presidentes que no lleven muertos más de veinte ó treinta años.
En total, supera con creces el millar de calles, estatuas, colegios, gimnasios, piscinas, canódromos, autobuses de línea, barrios e incluso figura en la lista, una comisaría «Néstor Kirchner». La abundancia de «Kirchner» en Argentina es de tal envergadura que el blog “Ponele Néstor a todo”, del periodista del diario Clarín Leonardo Mindez, sigue recibiendo imágenes de nuevos lugares que llevan el nombre y apellido de un hombre que únicamente estuvo cuatro años en la Presidencia y digamos que su legado no pasará a la historia por ser ejemplar.