CONGRESO LOCAL
• Por lo anterior, la 63 Legislatura podría dejar este pendiente
La presidenta de la Junta de Gobierno de la 63 Legislatura, María Luisa Pérez Perusquía, informó que referente a los regidores del Ayuntamiento de Tula vinculados a proceso judicial por el robo a una tienda de autoservicio en San Agustín Tlaxiaca, no han sido sancionados por el Congreso, debido a que no ha llegado la notificación de la autoridad correspondiente, aunque el tema ya se haya hecho público a través de los medios de comunicación.
En entrevista, la legisladora local, explicó que en tanto no llegue la notificación, la Comisión Permanente de Gobernación que preside el diputado Ernesto Vázquez Baca, no podrá emitir el dictamen correspondiente, ya que la ley claramente estipula que los funcionarios públicos que estén sujetos a proceso deberán ser separados o suspendidos del cargo que ostenten, sin embargo, los regidores se han presentado a sesiones de cabildo.
“El Congreso requiere de ser notificado, de manera oficial, por la autoridad sobre el estatus legal de esas personas, todos sabemos que están vinculados a proceso porque se ha manejado en medios, es del conocimiento público, pero la legislatura no puede hacer un dictamen citando a los medios, estamos en que el tema es de conocimiento público sobre lo sucedido con los regidores, pero el Congreso requiere de ser notificado por la autoridad”, dijo.
Y agregó: “la ley es clara, las personas vinculadas a proceso serán destituidas o suspendidas de su función, de acuerdo a la situación, pero el documento no ha llegado al Congreso y la comisión está impedida, estamos atentos de que esto suceda, ya que sabemos que en tanto no llegue será uno de los pendientes que tenemos y como lo hemos dicho antes, no queremos dejar trabajo pendiente a la siguiente legislatura”.
Finalmente, señaló que en caso de que no llegue el documento, la 63 Legislatura no tendrá más remedio que dejar ese pendiente, sin embargo, destacó que el trabajo continúa en los demás temas, ya que se debe trabajar contra reloj a fin de dejar todo en perfecto estado, como ya se había planteado, a excepción de aquellos temas que no estén en manos del Congreso.