No hay que olvidar a la CNTE

Terraza

La CNTE se ha vuelto todo un caso a lo largo de estos difíciles años; defiende intereses que, según sus miembros benefician a los maestros y evitan el “atropellamiento de derechos”. Aunque el organismo se conduce con bandera de víctima; lo cierto es que interfieren con el tránsito, el comercio y hasta en contra de la vocación de los verdaderos maestros.

 

La problemática va más allá de violentar los derechos de terceros; el caos ha llegado a tal punto que, la semana pasada, el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), solicitó al presidente Enrique Peña Nieto no ceder ante los grupos que se oponen a la Reforma Educativa y a la evaluación docente.

 

Con justa razón, los empresarios se muestran preocupados, pues el caos que hacen los opositores de la reforma educativa, espanta clientes e inversionistas, afectando el comercio mexicano y a la industria en general.

 

Existen dos grandes pilares que construyen el primer mundo en una nación: la educación y la economía. Nunca debería ser visto que una atente contra la otra, pero cuando los intereses oscuros personales fluyen, todo es posible. Vean por ejemplo a Rubén Núñez, dirigente de la Sección 22 de la CNTE quien ya dijo que lo suyo no es dar clases, que él nació para “hacer política” y por eso le pagan.

 

Núñez representa de manera íntegra todo lo que la reforma educativa pretende erradicar: como maestro,la acumulación de faltas esmás que notoria, a su vez; cobra sumas millonarias por plazas que hace mucho ha dejado de ejercer.

 

Como si eso no fuera suficiente, el señor Núñez, este peculiar personaje estaba asignado como profesor en la Escuela Normal Experimental Presidente Lázaro Cárdenas. Lo irónico -aunque también triste- aquí se parte en dos: por un lado, era el encargado de preparar más jóvenes como maestros, los cuales seguro pretendía, siguieran su ejemplo. Por otra parte, ésta institución se encuentra nada más y nada menos que en Oaxaca, el Estado con mayor rezago educativo de México.

 

Aunque el rostro visible de la sección 22 de la CNTE es Rubén Núñez Ginez, para los más de 70 mil agremiados les queda claro que el verdadero poder detrás de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación la (CNTE) es Francisco Manuel Villalobos Ricardez, titulado de la licenciatura en Educación Primaria y mejor conocido por “Chico Pelón”. Este liderazgo sin embargo se está resquebrajando porque su forma de operar ha generado serios cuestionamientos al interior del gremio, ya que supuestamente podría estar implicado en malos manejos dentro del Sindicato.

 

No hay que ser unos expertos en educación para darnos cuenta de que la CNTE actúa como una pandilla de revoltosos al reclamar “derechos” traducidos en beneficios personales.

 

Tristemente, la credibilidad de los buenos maestros está en peligro, pero más grave aún, los docentes cumplidos también son potenciales víctimas de la mafia CNTE. Para muestra, lo ocurrido en Chiapas, donde varios verdaderos maestros, que sí querían ser evaluados fueron rapados a tijeretazos por profesores disidentes violando así sus más elementales derechos humanos.

 

La reforma educativa debe implementarse para evitar los abusos que se están cometiendo y así cuando se ejerzan de forma correcta, seremos testigos de las mejorías tanto en instalaciones dignas, como mejores remuneraciones. La economía y la educación pueden volver a ser aliadas.

 

Todavía existen muchas áreas de oportunidad para trabajar, pero es primordial que autoridades, padres de familia, y en especial docentes, sumemos esfuerzos para aprovechar la oportunidad de transformar a México; primero en los hogares y posteriormente en las aulas.

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