“No es bienvenido a México, Mr. Trump”

Repudio casi generalizado a la visita

●    Insólita e incomprensible invitación

Nada más conocerse el encuentro. El ex presidente mexicano Vicente Fox dijo: “No hay vuelta atrás, Trump, tus ofensas a mexicanos, musulmanes y más te han llevado al hoyo. ¡Adiós Trump! La candidata del PAN a la presidencia y mujer del ex presidente Felipe Calderón dijo en su cuenta de Twitter: “Sr Trump aunque lo hayan invitado, sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso del odio”.
La sorprendente invitación del presidente Enrique Peña Nieto, a Donald Trump, parece que colocan a ambos dirigentes en la picota de la credibilidad (no excesivamente boyante en ningún caso).
El mexicano, cuya mayoritaria opinión pública ha recibido la noticia como un bajar la cabeza ante un hombre que lleva más de un año insultando gravemente el país, se juega parte de su hoy poco apoyo en este envite.
Si Trump no da un giro a sus declaraciones y ofrece una disculpa con marcha atrás, Peña Nieto quedará como el presidente mexicano que invitó al “enemigo” gringo a insultarle en su propia casa y pagó los cafés.
El segundo, Trump, a unas horas de realizar un mitin en Arizona sobre política migratoria podría usar la visita como una excusa perfecta, la educación del buen invitado obliga, para dar un giro a su agresividad contra la comunidad latina y abrir un nuevo proceso ante el descubrimiento repentino de que en México hay algo más que ladrones y drogadictos (que es lo que Trump ha repetido que les exporta su vecino del sur).
El problema es que ha de ser creíble el giro, y para ello nada mejor que el descubrimiento de la tierra pecadora, para que no parezca todo una pantomima que le quite credibilidad a su anunciado puño de hierro contra la inmigración con el que consiguió la candidatura a la presidencia en su partido.
Ante esta tesitura, ambos políticos saben que se juegan algo más que un café y un apretón de manos. En principio, ya que es el representante de los más de 100 millones de insultados, parece que Peña Nieto arriesga más.

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